1. Aprendiz de sumisa (2)


    Fecha: 13/06/2019, Categorías: Dominación Fantasías Eróticas Autor: GatitaY, Fuente: CuentoRelatos

    ... y excitante. Lamí ese coño como si fuera lo mejor que hubiera comido nunca. Mejor que el de Daniela. Ella era mi amiga, la quería y siempre había sentido una atracción por ella. Pero Itzel era mi Ama. Y todo lo que había hecho este tiempo conmigo, había conseguido que yo perdiera las bragas por ella, literalmente. Ella puso su mano en mi cabeza, para guiar mi comida de chocho. Me sentía sucia y humillada, pero a la vez, tremendamente excitada. Cuando vi como Itzel, sacaba la polla de Oscar y empezaba a pajearle, mientras yo le daba placer con mi lengua. Me recorrió una mezcla de celos y excitación. Que me hizo sentir una cornuda, por considerar a Oscar como mío. Y estar preparando el coño de otra mujer, para que él se lo folle. Oscar se acercó, todavía más a mí. E Itzel aprovechó para darme con su polla en mi cara, mientras yo seguía lamiendo su coño. Deseaba llevar ese pene a mi boca, pero no me atrevía a dejar de lamer el chocho de Itzel. -¿Quieres rabo gatita?- me preguntó Itzel. -¡Miauu!- le dije, sin apartar mi cara de su coño. Itzel entendió mis palabras y llevó la polla de Oscar hasta su coño. Dejándola junto a mi boca. Ahora tenía ambas al alcance de mi lengua. Y no perdí la oportunidad de lamer esa polla. Empecé a pasar mi lengua por ella, para luego hacerlo por la rajita de mi Ama. Me volvía loca aquello. Tener mi boca ocupada, entre la polla de mi admirador y el coño de mi Ama. Estuve un buen rato así, poniéndome cachonda como una cerda. Hasta que Itzel me ...
    ... dijo. -¿Estas mojada puta? -¡Miauuuu!- volví a decir. -¿Te gustaría meterte esta polla tan rica?- continuó ella. -¡Miauu! ¡Miauuu!.- decía yo, como una estúpida y puta gata. -Pues no creo que te deje. Es mía. Pero te permitiré que te restriegues con su pierna. Como la gata en celo que eres. -¡Miauuuu!- le dije, deseosa de hacerlo. Pero que me pasaba. Había estado rechazando a ese chico todo el año. Y ahora me moría de ganas de restregar mi coño por su pierna. Como un animal. -Venga. A cuatro patas. Quiero ver cómo te restriegas conmigo. Como la zorra que eres.- me dijo Oscar. Dejé de lamerles, para ponerme como me ordenó. Me di la vuelta, a cuatro patas, con mis piernas abiertas y mi culo bien levantado. Fui retrocediendo, hasta que tope con su pierna en mi raja. Solo ese contacto, casi hace que me corra. No tardé en mover mi culo, restregándome como me había pedido. Notaba como estaba empapando la pierna de Oscar, sobre su pantalón. Pues ni siquiera se había molestado en bajárselos, para que me frotara directamente con su piel. Llevaba un pantalón vaquero, por lo que el roce era bastante áspero, en esa zona tan delicada. Pero a la vez me gustaba, sentir como mí coñito se irritaba con, mis cada vez más fuertes, frotes contra su pierna. Me hacían sentir como una gatita, frotándose en busca de placer. Literalmente, lo que en el fondo yo sentía que era. Seguí disfrutando de la pierna de Oscar, jadeando cada vez más fuerte. En el baño se escuchaban solo mis jadeos, y el chapoteo ...
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