1. Un trato delicioso


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dreamermistery, Fuente: CuentoRelatos

    ... una hora llegó de espera decidí que ya había llegado el tan ansiado momento. Ella estaba sentada en un sillón a mi lado así que comencé a acariciar sus suaves piernas lentamente. Me acerqué a su oreja y mientras disfrutaba de su perfume le dije al oído que me besara, me fui deslizando besando su cuello y posteriormente comenzamos a besarnos en la boca durante un buen rato .Yo ya estaba a 100 así que la cogí en peso y la llevé a la cama. Allí comencé a desabrochar su vestido lentamente mientras besaba su espalda, quité su sostén dejándola solo un tanguita negro y comencé a besar sus jóvenes pechos, en ese momento el nerviosismo con el que ella había entrado se había convertido también en un intenso placer para ella. Me desvestí yo también y le dije que se metiera mi pene en la boca, ella se puso de rodillas y obedeció sin rechistar, sentir mi pene entre sus dulces labios fue una delicia indescriptible, metí mi pene hasta el fondo de su garganta y comencé a moverlo con fuerza, cada movimiento era un éxtasis de placer y lujuria. La levanté y la lancé en la cama, comencé a ...
    ... besarla y fui bajando poco a poco besando todo su cuerpo hasta llegar al tanguita que aún tenía escondiendo la linda flor aún sin abrir que guardaba para mí. No podía esperar a ser el primero en estar dentro de ella así que retiré el tanguita y comencé a deslizar suavemente mi lengua por su conchita y a saborear sus flujos vaginales, me levanté y sin vacilar ni un segundo, introduje mi pene en su vagina lentamente, era muy estrecha, húmeda y caliente, dado que no llevaba condón pude disfrutar cada milímetro de su vagina mientras le robaba su inocencia a aquel ángel. Comencé a mover mi pene con decisión mientras ella gemía de placer acerqué mi boca a sus lindos pechos y comencé a besarlos mientras mi pene se deleitaba en el interior de su vagina. Saqué mi pene de su lindo agujero, la levanté de la cama y la puse contra la pared, volví a introducir mi pene dentro de ella pues no quería estar fuera, comencé a acariciar sus suaves nalgas y a besar su cuello mientras movía mi pene con fuerza hasta que al final sentí como un rio de semen inundaba su preciosa cueva. Continuará. 
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