Mi cumpleaños
Fecha: 16/06/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Ramiro, Fuente: CuentoRelatos
... ya que la tenue luz que había en la estancia, me había hecho centrarme sólo en mi propia presencia en la cama en que me encontraba tumbado boca arriba. Eran los miembros del grupo de música los que me rodeaban, los dos chicos que tocaban la batería y el bajo y las dos vocalistas que tan cachondo me ponían cuando cantaban las dos pegando sus bocas al micrófono. Ni que decir que ese detalle me lo guardaba para mí y nunca les había hecho ni la más ligera insinuación. Y me miraban fijamente. Extrañamente no sentí vergüenza alguna por encontrarme desnudo y en las condiciones en que estaba delante de ellos, tal vez fuera lo insólito de la situación. Pero tal vez fuera, que todos ellos estaban también desnudos y muy sonrientes... La piel de todos ellos, al contrario que la mía, era blanca y brillante y comenzaron a hablarme, ¡¡¡sin mover los labios!!! - ¿Te encuentras bien, Ramiro?, Tranquilo, que ya ha pasado todo, ahora no te dolerá nada, todo lo contrario, ¿te apetece algo en particular?... Las preguntas se sucedían vertiginosamente y bullían en mi cabeza sin darme tiempo a procesar una respuesta o reacción para cada una de ellas. - No, no intentes moverte -¿dijo? Martina, al ver que trataba de incorporarme y se acercó en un solo gesto apoyando su mano derecha en mi frente. Su abundante pero juvenil pecho se apoyó contra el mío mientras acariciaba mi frente y una descarga eléctrica recorrió mis entrañas al tiempo que seguía escuchando su voz, mitad dulce mitad estridente, ...
... siempre dentro de mi cabeza y sin que ninguno pronunciara ostensiblemente una sola palabra con los labios. - Descansa, déjanos hacer a nosotros, que sabemos lo que necesitas y te lo vamos a dar, ahora no importa nada de lo que haya pasado anteriormente, no importa nada de lo que te haya dado miedo en toda tu vida, no importa lo que hayas querido o no hacer durante tus días pasados, es el momento de sentirlo todo. Todo junto. Y así lo escuchaba en mi cabeza, todo junto y de una sola vez, sin poder llegar a acostumbrarme. Mientras decía eso, noté que alguno se acomodaba entre mis piernas, pero no podía ver quién porque me lo tapaba Martina que estaba recostada delante de mi cara. Aunque traté de moverme, no podía reaccionar, así que dejé que mi cuerpo ordenara aquella situación que yo no controlaba. El calor y el cosquilleo que comenzaba a notar entre mis piernas se mezclaban con los susurros que sonaban inmisericordemente dentro de mi cerebro, y subía hasta mi entrepierna, cuando noté que Vicky se introducía mi pene en la boca, sin que extrañamente, pues la situación me estaba excitando de modo brutal, tuviera una completa erección. Más al contrario, mi pene se quedaba en el estado intermedio en que se encontraba, proporcionándome un placer más sereno que el que se avecinaba. Martina se separó de mí, alargando su sonrisa y mirando hacia mi cuerpo inferior. Para mi sorpresa, era Nacho, y no Vicky, el que chupaba mi nabo, sosegadamente. Mi cuerpo se lo permitía y comenzaron a resonar ...