1. EL PASAJERO


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Gays Autor: bobbymilkito, Fuente: SexoSinTabues

    Regresar a casa luego del trabajo era la peor parte del día para Antonio. Siempre le tocaba viajar de pie en el bus pues así como él la mayoría de empleados en la ciudad salía a la misma hora de las oficinas y abarrotaban cualquier movilidad pública por lo que además de viajar de pie era usual también para él viajar apretado. El trayecto de regreso duraba alrededor de una hora y habiendo ya pasado cuarenta minutos una buena parte de pasajeros se había bajado pero aún todos los asientos se encontraban ocupados aunque Antonio agradecía ya no viajar apretado. Por momentos cerraba los ojos para descansar al menos la vista ya que sus pies aún no podían hacerlo y sin darse cuenta se queda dormido por un segundo pero despierta de inmediato antes de caer al suelo. Decide entonces que lo mejor es mantener los ojos bien abiertos para evitarse un accidente. Su mirada comenzó a explorar el interior del bus. Iba viendo a personas dormidas con la boca abierta, un par de parejas besándose, amigos conversando pero su mirada frenó de inmediato en cuanto vio las nalgas más deliciosas que había tenido la oportunidad de contemplar. El dueño de tremendo atributo se encontraba de pie igual que él a menos de un metro de distancia vestido con ropa deportiva; polo, short y zapatillas. Era evidente que venía de jugar un partido de fútbol. El sudor seco sobre su rostro y su atuendo sucio le permitió deducir eso. Posó la vista demasiado tiempo sobre aquel trasero que el observado se percató. Miro ...
    ... fijamente a Antonio y éste al verse sorprendido volteó la mirada avergonzado. El transporté paró en el antepenúltimo paradero. Muchos pasajeros bajaron dejando libres varios asientos. Antonio se acomodó rápidamente en uno que daba a la ventana. Rogaba para que el muchacho de las deliciosas nalgas se hubiera bajado también. Tanta era su vergüenza que decidió hacerse el dormido para no cruzar la mirada con el nalgón por si éste aún continuaba viajando en el bus. Luego de un rato sintió que alguien ocupó el asiento al lado suyo e inmediatamente comienza a sentir la pierna de esa persona rozándole. Con el rabillo del ojo observó con sorpresa que esa persona era el muchacho nalgón. De todos los asientos que quedaron libres él se sentó justo a su costado y le estaba rozando la pierna. Era demasiado bueno para ser verdad, pensó. Evidentemente aquel muchacho quería con él. Antonio entonces correspondió el roce que le hizo el nalgón con otro roce y enseguida intercambiaron miradas cómplices. El transporté paró en el penúltimo paradero y esta vez muy al contrario del paradero anterior Antonio deseaba que por nada del mundo se baje ahí su vecino de asiento. El muchacho se quedó sentado a su lado y el transporté prosiguió su camino. Antonio quería hablarle, presentarse, preguntarle su nombre y sobretodo abalanzarse sobre él pero no podía hacerlo. Una señora mayor se encontraba detrás de ellos así que debía de esperar llegar al paradero final para conversar con él una vez que estén en la calle. ...
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