Juego con un desconocido
Fecha: 20/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... convierte en muchos, cuando recorro tu piel hasta tu oreja. –Quieres que sea tierno, ¿verdad? y que luego sea rudo, esa idea me volvía loco cada noche que nos leímos. Me gustas mucho Caro, y soy tu amante, un desconocido que será tuyo. Soy tuyo. Cuando digo eso te tomo con fuerza por las caderas y te pego a mi cuerpo, de inmediato mis manos van a tu rostro, pero es demasiado tarde mis labios ya comen a los tuyos. Se conocen. Se sienten. Respiro de ellos. No sé donde empezar, solo siento tu aliento bañándome, muerdo tu labio, respondes con dos mordidas a modo de “ah, ¿si?”. Decido hacer una escala en tus nalgas, apretarlas y sentirlas con mis manos, abrirlas un poco también. Recorro tus labios con premura, para pasar a tu cuello y pecho, quiero comerte a besos en ese instante. Tus manos acarician mi rostro, parece que tampoco saben por dónde empezar. Intentas quitarme la playera pero te lo impido. –Aún no, quiero que esto dure todo lo posible. Después de decir estas palabras vuelvo a besarte, pero ahora con mas ímpetu. Mis manos aún no invaden tu sexo, ni tus senos, tus partes mas erógenas están por descubrirse, pero es un hecho que las probaré y re-probaré. Te cargo por las nalgas y te llevo a la mesa con espejo. Tu me regalas un abrazo con tus piernas. Te dejo caer con cuidado sin que nuestros labios se pierdan. Mi lengua busca y encuentra a la tuya, me encanta su calor. Ahora tomo tu rostro y sigo besándote. Tu, para mi gran fortuna, acaricias mi cuerpo, me tomas por las ...
... nalgas y me jalas hacia ti, yo hago lo mismo, sin dejar de besarte. Ahora quiero besar un poco más tu cuello. –Mmmm… – Te escucho gemir– Juan, he imaginado este momento varias noches, sólo no te detengas, quiero que me pruebes toda… – Me dices, con tu respiración agitada–. Mis manos te acarician desesperadas, mis labios comen tu piel a besos, y sólo siento como tus gemidos me encienden más y más. Te pido permiso para invadir tu parte íntima. –No me pidas permiso. Cógeme. –Dices un poco más agitada–. Eso me gusta tanto saliendo de tu boca que me acerco a tu sexo y con mi dedo medio recorro por encima de tus ropas siento como la humedad de tu sexo empieza a brotar, apenas empezamos con el juego y tus dulces jugos ya son mi recompensa. Froto lentamente con el dorso de mi dedo, acaricia de arriba abajo, llegando a la pieza donde estás sentada para luego volver a subir y repetir su viaje, primero el dedo medio, luego el índice, luego ambos. Mi boca no se separa de la tuya. En cuanto mis dedos sintieron tus sexo sentí un gemido más fuerte, más largo. Me miraste a los ojos. –¿Quieres probarme? Hazlo. Pruébame. –Dices agitada–. Sonrío y mis manos suben hasta tu cintura para quitarte las panties que ya NO están levemente húmedas. Acaricio tu ombligo y bajo por tu Monte de Venus. Te recargas un poco hacía atrás, yo pensando que quieres alejarte me mantengo en mi lugar, pero mis manos son rápidas y llegan a la entrada de tu sexo para abrirlo, eso te hace respirar profundo y tomarme del ...