1. --Haciendo tarea con Luisito--


    Fecha: 20/06/2019, Categorías: Gays Autor: cieloverde, Fuente: SexoSinTabues

    Luisito era un vecino de mi barrio, que se cargaba un trasero de campeonato. Nunca pensé todo lo que aquel jovencito afeminado y muy amable, me haría a hacer gozar! El relato que hoy les narro sucedió hace algunos años, tenía entonces 16 años, cursaba el grado 11 de escuela superior. Era un joven muy apegado a los estudios, creativo y me fascinaban las matemáticas. Muchas madres de mi barrio, me pedían que ayudara a sus niños en alguna tarea, y yo con gusto lo hacía y sin ningún interés. En esos días yo era un joven atlético, (sigo siéndolo) deportista y según la gente, muy guapo, pero yo no le daba importancia a eso, solo me gustaba ser bueno y amable con los demás. Había cerca de mi casa un matrimonio, que tenía un chico, al que llamaré Luisito de unos diez u once años, pero bien desarrollado para su edad, de un trasero espectacular, piernas torneadas, bellas, muy blanco de piel, de una sonrisa encantadora. Era bastante afeminado, pero buen chico y simpático. Un día su madre me pidió, si le podía ayudar a Luisito con una asignación de matemáticas a lo cual dije que sí. Acordamos iría por la tarde y así fue. Luisito tenía una habitación muy confortable, y en ella un escritorio con PC, área par escribir etc. Luisito me recibió muy alegre y nos fuimos a hacer la tarea. En eso estábamos cuando su madre entra y nos dice que va a salir con su esposo y padre de Luisito, pues tenía que llevarlo una cita médica y le tocó turno tarde. Yo le dije que todo iba bien, ella me dió las ...
    ... gracias. Tan pronto se fueron me di cuenta que Luisito, tenía un short bien ajustado al cuerpo, que hacía que sus nalgas se vieran apetecibles y bien paradas, pero traté de eliminar esos pensamientos sexuales de mi mente. Luisito entendía todo lo que le explicaba y ya casi al fin de terminar la tarea, me adulaba diciéndome que conmigo sí entendía todo y ahora no temía, cuando llegara el exámen, fracasar. Pero inadvertidamente noté que se doblaba y paraba bien las nalgas, me rosaba y si yo me paraba, buscaba que yo le pegara mi entrepierna a su trasero. Disimulé, no me fuera a equivocar, por que aunque él era pues, como diré, como una niña, existe algo llamado respeto y no me pasaría de mis principios. Yo por mi parte tenía un short y un polo cómodo y sandalias. Me dice de repente, que él sabía de muchas muchachas vecinas, que yo les gustaba y que su tía decía que yo era muy lindo. Me sonrojé y le dije, favor que me hacen, ja, ja, ja... También me dijo que a él le habían dicho, que mis hermanos y yo, teníamos las verga grandes! Ahí si me sorprendí y le dije que si eso decían y nos reímos. Al fin me di cuenta, que él estaba buscando hacer algo y me propuse jugar yo también! Le dije mira Luisito a ti se te notan una nalgas bien grandes y paradas, mejores que las de muchas hembras que conozco y puede ser que por lo ceñido de tus pantalones, no necesariamente sean así...Se rió y me dijo cuanto te apuestas a que son así, yo me reí y le dije, tengo que verlas para creerte y él me ...
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