Visitas a mi vecino (Una pequeña fiesta)
Fecha: 24/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... estrecha desde que D. Carlos fuera entrenador del equipo de fútbol de su pueblo, allá por el año 1985. Entonces Rogelio tenía 19 años, y jugaba de delantero en el equipo. D. Carlos, entonces Carlos a secas, era un simple entrenador; y Rogelio, en ese tiempo tenía un cuerpazo soberbio, que le volvía loco. Con 41 años, supo seducirle y enamorarlo. Y, solía llamarle, cada vez que su mujer lo dejaba solo en casa, para disfrutarlo. Ahora, a sus 52 años, Rogelio todavía mantiene un culo muy llamativo; que hace, que mas de uno quiera petárselo. No, en vano, sabe cuidar su cuerpo, como pocos. Cuando Dieguito llegó a la casa de D. Carlos, Rogelio estaba montando el mueblecito para la cocina. Y al entrar al salón, se lo encontró con un pantalón corto, de deportes; apretando tornillos. - ¡Me gustaría presentarte a un amigo!, dijo D. Carlos Por fin, iba a conocerle. Siempre le había gustado ese señor. Hace muchos años que se encontraba con él, en el portal, cuando iba a casa de D. Carlos - ¡Hola!, ¡mucho gusto!, dijo Rogelio… - ¡Encantado! - ¿Que te parece?, le preguntó D. Carlos a Rogelio... - ¡Precioso! Y En ese momento sonó el timbre. D. Carlos fue a abrir la puerta... - ¿Está aquí?, ¿ha llegado ya?, preguntó D. Tomás - ¡Claro!, está en el salón. Con Rogelio - ¿Rogelio? - No te he hablado de él, porque es una sorpresa. ¡Espero que te guste!. Cuando D. Tomás entró en el salón se dirigió a Diego - ¡Que gusto me da verte Dieguito!.Pero, enseguida miro a Rogelio. - Este es Rogelio, mi ...
... mejor amigo, dijo D. Carlos D. Tomás se quedó agradablemente sorprendido y le alargó la mano - ¡Un placer! - ¡Lo mismo digo!, dijo Rogelio D. Carlos le cogió por la cintura y le forzó a girarse, para mostrarles ese culazo. - ¡Está riquísimo, Tomás! Y Diego se empalmó inmediatamente. - ¡Ffffffff!, ¡que rico!... y miro a D. Tomás. D. Tomás sonrió y le cogió por la cintura - ¡Si!, está buenísimo, si. Pero tu me gustas mucho mas; y hoy, te voy a comer enterito. Rogelio esbozó una sonrisa, que le iluminó la cara; y se reveló, también, como una cara guapa y con ángel, a pesar de su edad. Entre los dos le quitaron el pantalón y lo pusieron sobre la mesa grande del salón. Luego, Tomás destapó el rosado agujerito y esnifó, a tope, durante unos segundos, recorrió con su lengua toda esa raja e inspeccionó sus intimidades a fondo. Por su parte, Rogelio, que se había colocado adecuadamente, se hizo cargo de ese rabo que se ofrecía tan sugerente… Terminaron arrebatándole los calzoncillos y colocándolo boca arriba para disfrutarlo entre los tres. D. Carlos le comía la boca y disfrutaba de sus tiernos labios, mientras pellizcaba sus tetillas. Pero Tomás, le había levantado las piernas lo suficiente como para dejársela ir entre las nalgas; y arremetía con ganas. - ¡Ahhh!… ¡Aghhh!… si… ¡dale!...¡dale! - ¡Toma, precioso!, que te voy a dar de comer para todo el mes… D. Carlos, también miraba a Rogelio de vez en cuando; y deseaba su culo, tan familiar y atractivo. Por eso, le dio una palmadita; y, ...