1. (3) Cuestión de bragas


    Fecha: 05/11/2017, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... habitación. -No te importa, ¿no, Lucy? –se bebía Ana su vaso de alcohol. -¿Qué es eso? ¿Whisky? -Y del bueno. Whisky escocés de reserva. Pruébalo –le pasó Gabriela su vaso-. Te vas a beber un pastón. -¿Y qué celebramos? -No hay que celebrar nada para montarnos nuestra pequeña fiesta –aulló Ana-. Tómate un sorbo. Eso entra como agua bendita. -Venga, Lucy, bebe. ¿O es que prefieres leche y cola-cao? –se burló Gabriela. -No digas eso, Gabri. Ella no nos decepcionará, ¿verdad? Y Lucía se bebió el vaso de una sentada. -¡Coño! –sintió Lucía ardor hasta su estómago. -¡Uuuuuuh! –vitoreó Gabriela. -Otro vaso para Lucy. Gabriela le volvió a llenar el vaso, esta vez más al borde. -No, espera. Esto hay que hacerlo bien –cogió Ana una pastilla y se la colocó en su lengua. Lucía entendió sus intenciones y la besó mientras ingería la pastilla-. Ahora bebe. Lucía volvió a beber, esta vez con un cosquilleo en la nariz. -Uuuuuff… Gabriela y Ana rieron con aplausos. -¿Otra pastilla? –se aproximó Ana-. Abre la boca, borracha. -Ani, me toca –intervino Gabriela y le pasó a Lucía la pastilla con un beso salivoso-. Bebe, zorra. Otra vez volvió a engullir whisky. -Ha dejado el vaso seco –rió Ana. -Eso tiene arreglo –lo llenó Gabriela por tercera vez-. Bebe, zorrón. Sabemos que te gusta a rabiar. Cegada de alcohol, Lucía continuó bebiendo. -¡Más! ¡Más! ¡Más! –vitoreaban Gabriela y Ana mientras Lucía se bebía su cuarto vaso de whisky. En un momento dado, Lucía soltó una vomitona sobre la alfombra del ...
    ... suelo. -¡Uuuuuh! –se descojonó Gabriela de risa. -Qué vómito más bonito –lo examinó Ana de rodillas-. Gabri, dame un vaso. Voy a recoger unas muestras. -Chicas, me siento mal –se sentía Lucía mareada. -Eso se soluciona con otro vaso del mejor whisky –se lo llenó Gabriela-. Anda, bebe. Esto quita todos los males. -No quiero… beber más… -Ah, ya entiendo. Sé lo que quieres –la cogió Gabriela de la mano y se la llevó a la cama. -¿Qué haces?... No… -Túmbate… -Que no… quiero… -¡Que te tumbes, coño! –la empujó Gabriela y obligándola a separar los muslos-. ¡Estate quieta, zorra! –la abofeteó con dureza-. ¿Quieres que te de otra hostia? ¡Pues abre el coño! –Otro bofetón. Y otro más. Una vez aturdida, Gabriela la violó entre súplicas y lloros de Lucía. -¡Ani, ayúdame, por favor! –sollozaba Lucía, pero Gabriela la calló con un terrible guantazo. -¡Que te calles, zorra! ¡O coño o puño! ¡Tú eliges! Entre lágrimas, Lucía eligió coño y Gabriela la sometió a su gusto y deleite. Mientras tanto, Ana encontró un vaso centrada en el vómito transparente de Lucía. Cogió unos jugos en el vaso, mirándolo al trasluz y comprobando su olor gástrico. -De puta madre –se sintió Ana feliz, pero Lucía seguía suplicando entre gritos-. Joder, Gabri, haz callar a esa zorra de una puta vez. Y Gabriela la guanteó otra vez con crudeza. Una vez que encaminó el trayecto al clímax, el placer sustituyó al sufrimiento, y la violación fue consumada. 4 A cada minuto, Amanda se impacientaba más. ¿Dónde se metió Lucía? No ...