El nalgoncito de la clase - Relatos Eróticos

El nalgoncito de la clase

... tiempo se puso sobre la cama y se quedó dormida. Salí de la recamara y vi hacia alrededor y note que solo estaban Saúl, Rodrigo y Luis (el dueño de la casa) en una habitación cada quien con una chica. Espere en la habitación y salí unos minutos más tarde, la puerta de la recamara de Rodrigo estaba abierta, fui para ver si se habían marchado él y su acompañante, pero entre la oscuridad y la poca luz que había solo lo vi a Rodrigo le hable y le dije: -ya terminaste tu fiesta- pero no me respondió, entré para acercarme y ver si estaba dormido, ahora solo le digo -ya vámonos tu hermano ya se fue- me respondió y a la vez me asusto, -para que nos vamos si la noche está comenzando- era más que obvio que estaba ahogado de borracho, me tomo del brazo y me jalo a la cama donde él estaba, caí sobre él vi que no tenía ropa, solo un bóxer de esos blancos de los que acostumbra a usar y me dijo -Karina, amor, quédate conmigo, no te vayas- hice la voz lo más suave que pude y le conteste -aquí me quedare, solo déjame hacerte el amor-. Yo esperando su reacción y con miedo a que me descubriera me pare de la cama cerré la cortina para que no entrara la poca luz que había, el solo me dijo -lo que tú quieras amor- y se quitó el bóxer, mi felicidad llego a cien, mi corazón latía tan fuerte que pensé que moriría en ese momento. Me dirigí a sus piernas, le di besos pase mi legua desde sus pies hasta llegar a su ombligo, olí sus huevos inhale todo el aire que podía mas de diez veces obteniendo ese ...

... olor a sudor, orín, olor a hombre macho cien por ciento, y empecé a chupar su pene que estaba flácido, pero enseguida se endureció y fue creciendo dentro de mi boca, aun esta anonadado de estar con él en esa situación que había fantaseado tantas veces. Con mis dedos toque su piel que era tan suave, su abdomen tan terso como la piel de un bebe, yo aún tenía mi ropa puesta solo me quite la playera para que mis pezones tocaran los suyos, puse mi pecho sobre su pene y lo subí hasta su boca, todo el tiempo el permaneció excitado pensando que era Karina quien estaba con él, mis manos no se cansaban de tocarlo, lo acariciaba una y otra vez, chupaba su pene ansiosamente, olía cada parte de su cuerpo, en mi mente estaba esa imagen de su culo en el baño, decidí voltearlo para empezar a tocar sus nalgas, solo que me jalo del brazo, en ese momento sentí el miedo de mi vida pensé que había despertado, pero solo me jalo hacia encima de él y con sus manos busco en mi pecho hasta que toco mis pezones me abrazo y los empezó a chupar. Me solto y cayo como inconsciente, por fin pude ver esas grandes nalgas que a diario me excitaban cada que se paraba de su silla a tirar basura o a escribir al pizarrón. Ese culo tan perfecto que no estaba lleno de bellos, eran las nalgas de un bebe en el cuerpo de un hombre. Me hacían falta manos para poder tocar ese culo tan grande, parecía que agarraba una masa suave, esponjosa que se salía de mis dedos cuando cerraba mis manos, olí ese hoyito tan delicioso que ...