abuela incestuosa
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... lo hicimos como dos meses, a veces acababa afuera y otras se atrasaba medio polvo en sacarla, la cuestión que se corto mi regla y no tuve más remedio que contarle a el primero y a mi madre luego, me dijo cuando se entere tu padre te lo hace abortar a latigazos. Vivía aterrada, el colorado desapareció. El castigo corporal era muy común, hasta en la escuela si hacías alguna cagada te hacían poner las palmas de las manos mirando hacia arriba y con una varilla de mimbre te pegaban dolía y ardía por días, si la macana era más grande a arremangarse las enaguas y con el culo al aire te daban sin asco, a algunas les llegaba a sangrar. El mimbre es peor que una fusta o un rebenque, porque llega a cortar la piel. Me dejaron internada en un puesto de una estancia donde vivía con su marido y ocho hijos doña Jacinta, una mestiza bonachona como todas las gordas tetuda y culona, con su chorrera de críos en escalera que le ayudaban en todo lo de la casa y la pequeña quintita con sus verduritas y sus flores. El mayor 12 y la menor en la cuna con cuatro meses de vida. El marido andaba siempre a caballo y a veces se ausentaba por toda una semana, se llevaban bien pero como se usaba en la época no se tuteaban a pesar de los hijos que tenían. Viví allí todo mi embarazo y la primera semana de vida de mi coloradito precioso. Salió como temía mi madre, colorado. Decía, de otra forma podríamos tenerlo con nosotros pero así era muy evidente quien era el padre. Jacinta era una empleada, pero la quería ...
... tanto o más que a mi vieja, me cuido y me ayudo más que nadie, hasta se reía cuando me pescaba pajeandome en pleno embarazo, me decía: hija, eres más caliente que yo a tu edad, y pensaba que nadie lo era más que yo. Fue mi partera y luego amamanto y crio a mi coloradito como si fuese de ella, era para ella su hijo menor. A ese puesto poca gente llegaba y a Jacinta nada le importaba lo que pudiesen pensar del color del pelo y sus pecas, con los padres con cabellos lacios, duros y renegridos. El origen, era un secreto, lo mantuvieron ambos hasta su muerte. Mis viejos pasaron a buscarme y por mucho tiempo no me dejaron volver a lo de Jacinta. Mama comenzó su campaña casamentera que se materializo dos años después. Un amigo de papa veinte años mayor que yo acordó con ellos el noviazgo, yo fui la ultima en enterarme, fueron tres meses de buena letra, algún beso y mucha charla. A mi concha la calmaba a puras pajas. Dos días entes del casamiento la vieja me lleva al médico a coserme, debía estar virgen de nuevo. La boda fue con un boato de millonarios, el también venia de familia “bien”, no tan bien como nosotros pero pasable para casar a la descarriada de la familia. Enamorada?, que pregunta, si te digo si es mentira, tampoco lo odiaba, solo simpatizábamos bastante, al menos ese era mi sentimiento, el declamado por él era eterno. Este hombre era buen mozo, de unos 35 años, alto, abogado, político, conservador con dos apellidos uno de ellos patricio, vestía muy elegante, morocho con ...