abuela incestuosa
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... perdió poder y dinero con los nuevos gobiernos populistas, yo como de costumbre casi ignorante de todo, pues no invadía mi circulo interno. Mi esposo, como era su costumbre solo me lo hacía por atrás y mis pajas eran diarias, ahora ayudada por los novedosos vibradores a pila. Nunca me atrevía a cornearlo, por pánico a como seria si me pescase, si por boludeces me fajaba, que no sería con cuernos. A pesar de ello no faltaron amigos míos y de él, al igual que un chofer y el jardinero, que se me insinuasen, a los que me cogía solo con mi imaginación. Fueron años de sequia sexual, y no sabía cómo salir de ello. Pero en uno de esos modernos viajes en avión, llego mi libertad, ya que en un accidente fallece mi esposo. Luego de las exequias lo primero que hago es visitar a Jacinta y ver a mi coloradito, llevaba planes de traérmelo conmigo. La gorda siempre igual, luego del supuestamente suyo pelirrojo no tuvo más críos, ahora ya todos eran grandes y algunos habían formado su hogar. Quedaban con ella las nenas y mi coloradito. Le costó separarse de este chico, pero me lo devolvió hecho un hombre, el no sabía que yo era su madre. Ya había cumplido 16 y yo mis 30, pero todavía estaba bien cogible, en la flor de una hembra. Me desquite con el chofer y el jardinero, por un corto tiempo, a mi nene lo hice estudiar y completar su secundario, deseaba ser arquitecto. Rápidamente se adapto a la vida de ciudad y ya había conseguido alguna minita. Me decía Jacinta que en el pueblo en el ...
... último año tenía fama de padrillo. Pensé que no será aquí. Era para todos una suerte de secretario privado, pues con bastante habilidad llevaba algunas de mis cuentas y juntos auditábamos a nuestros administradores. Por supuesto tenía un muy buen sueldo. En casa tenía su cuarto, cercano al mío y era servido como si fuese familiar mío. Rapidito se acostumbro a ser respetado y servido, con humildad y buen carácter aceptaba lo que el destino le deparaba, una vez por mes visitaba a su mama Jacinta colmándola de regalos. Un día viene mi hermana a casa y se reencuentran, pobre no sabía dónde esconderse, se moría de vergüenza, mi hermana canchera actuó como si nunca hubiese pasado nada entre ellos. La guacha me pregunta, ya te lo cogiste?, no, sos loca, no sabes la poronga que te pierdes. Esa frase me resulto antipática y atractiva a la vez. Paso y siguió la rutina hasta que un día me dice señora, tengo que dejar esta casa, por?, porque estoy locamente enamorado de Ud. , y bien podría ser mi madre, eso y lo que me ha ayudado, me prohíbe tener ese sentimiento por eso opte por decirle que me voy a mudar. Si me necesita seré hasta que encuentre un reemplazo, su secretario, pero no soporto vivir a su lado de esta forma. Y de qué forma vivirías aquí?, con Ud. señora. Hijo no sabes cuánto me halagan tus sentimientos pero hay obstáculos insalvables para que eso ocurra. No te precipites luego lo hablamos. Al otro día en el desayuno, me dice, es natural Ud. no me ama, lo comprendo, es solo una ...