1. Anita y el albañil en el fondo


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... satisfecho y la soltó, permitiéndole a mi agotada esposa que se sentara en un banco de madera. Entonces se acercó a ella y metió una mano en su bragueta, sacando a la luz una verga erecta de un largo descomunal y un grosor considerable.Ana se quedó con la boca abierta y con expresión de asombro mirando el tamaño de esa pija dura que tenía a escasos centímetros de su cara.Edmundo tomó a Ana por la nuca y la obligó a acercarse a su pija. Ella otra vez intentó resistirse, pero un sonoro cachetazo en su bello rostro la convenció de que debía abrir la boca para recibir esa verga que le ofrecían.Miró al albañil a los ojos y luego separó todo lo que pudo sus labios rojos; dejando que su boca lograra apenas tragarse la cabeza de esa poronga enorme…Entonces el tipo siguió apretándole la nuca, haciendo que esa tremenda pija se deslizara casi hasta la mitad en la garganta de mi mujercita.Ana tenía arcadas cada vez que la verga entraba en su boca; pero de todas formas, se las arregló para chuparla y comerla durante un buen rato.De pronto Edmundo la aferró por los cabellos y la hizo levantar del banco; ordenándole que se quitara la tanga y se pusiera en cuatro sobre unos trapos sucios que había en el suelo.Ana obedeció, pidiéndole que no la lastimara.El albañil sonrió, llamándola “puta”…Luego se arrodilló entre las piernas abiertas de Ana y la tomó con firmeza por la delicada cintura; para enseguida empalarse a fondo en un solo envión, aprovechando que esa concha ya estaba muy bien ...
    ... lubricada.Mi esposa pegó un grito de dolor, pero se la aguantó bastante bien…Al tipo no le importó si a ella le dolía o no. Simplemente comenzó a bombearla con bastante violencia, dedicándose a su propio placer...Ana permaneció muy callada, mordiéndose los labios mientras sentía ese ariete duro entrar y salir con brutalidad de su humedecida concha.El único ruido que podía oírse era el que producía el choque de sus dos cuerpos transpirados y enfebrecidos por la calentura.Mientras observaba a mi mujer siendo poseída salvajemente por ese tipo tan desconsiderado, mi propia verga me provocó un intenso dolor, que pude calmar solamente masturbándome sin dejar de perderme detalle...Edmundo le arrancó otro orgasmo en menos de diez estocadas.Entonces Ana se transformó por la manera que estaba gozando y sufriendo con esa enorme pija entrando y saliendo de su vagina.Comenzó a mover las caderas al compás de las embestidas de su macho.De manera desafiante le pedía que la cogiera con más brutalidad; que estaba gozando como una perra por la manera en que la estaba cogiendo.El albañil pareció excitarse con los ruegos de su “puta” y aceleró sus movimientos, arremetiendo con mucha más furia la concha de mi esposa.Ana tuvo su último orgasmo y se le aflojaron los brazos. Cayó hacia adelante totalmente entregada y quedó casi inmóvil, con la cabeza apoyada sobre esos trapos mugrientos; los ojos desencajados y la boca entreabierta.El albañil aprovechó esa falta de resistencia para redoblar su ímpetu y. ...