infidelidad con un holandes en el concierto de los
Fecha: 29/06/2019,
Categorías:
Voyerismo
Sexo Duro
Tabú
Autor: MrJosh93, Fuente: xHamster
... reacción.De nuevo pude sentir la mirada expectante de los hombres que me rodeaban. Mi mirada se cruzó por instante con la del holandés, esperaba impaciente que fumase, y de alguna manera no quise defraudarlo. Me dejé llevar, no sé porque representé un papel de mujer fatal ante ese tipo que no dejaba de observarme, seguramente porque no quería que pensase que era una niñata pija. Si hay algo que no soporto es que me desafíen. Me considero una mujer bastante competitiva y acepto cualquier reto, así que aspiré de nuevo profundamente el humo del cigarrillo. Esta vez apenas me produjo picor al pasar por la garganta, y pude apreciar algo mejor su sabor. Luego se lo pasé a mi marido..-“Toma acábatelo tú” le dije algo enojada, y como dándole a entender “tú me has metido en esto, pues ahora te lo tragas”. Mi esposo le dio una última calada y luego lo piso contra el suelo.El resto del tiempo de espera transcurrió de la misma forma. Los litros de alcohol circulaban en un sentido alrededor de las personas que conformábamos el corro, y los porros circulaban en sentido contrario al alcohol.Al principio aún seguí el hilo de la conversación entre mi esposo y Mikel, para un rato podía estar bien, pero luego me aburría de sobremanera. Sé que estuvieron un tiempo hablando acerca de formas de esterilizar el material y cosas por el estilo. Así que atrapé un litro circulante de lo que creí era ron con cola cola, y prácticamente me lo bebí yo sola escuchándoles todo tipo de comentarios técnicos ...
... mientras trataba de encontrar alguna distracción.Además con el paso del tiempo, mi cruce de miradas con el tal Cors, al que sorprendía mirándome en silencio una y otra vez, eran cada vez más frecuentes. Estaba claro que le gustaba, y prácticamente se me follaba con la vista. No tenía el más mínimo disimulo en sus intenciones. Sé podía adivinar a través de sus ojos lo que su mente imaginaba, se relamía observándome, y a mí me gustaba sentirme deseada de esa manera tan lasciva, tan directa, tan salvaje, sin tonterías. Nunca antes nadie me había mirado de esa forma y me derretía por dentro al ser observada y desnudada con la vista.El caso es que el tipo me estaba poniendo algo nerviosa.Todos estábamos sentados en el suelo, con las piernas cruzadas, estilo indio. Mi marido estaba sentado a mi izquierda y Mikel a mi derecha. En el transcurso de la conversación entre ambos, Mikel dejaba como por descuido su mano en mi pierna, acariciándola inconscientemente. Yo no le dí mayor importancia, parecía algo normal en Mikel, era de esos tipos algo tocones y por eso no dije ni hice nada. Era la primera vez en mucho tiempo que otro hombre me acariciaba la pierna así. Sorprendí a Cors mirando fijamente como la mano de su amigo recorría mis muslos desde la rodilla hasta el estrecho trozo de tela en el que se unían mis shorts vaqueros. Creo que sobretodo advirtió mi pasividad ante tales caricias, baza que aprovecharía hábilmente más tarde, y estaba claro que el holandés tenía envidia de su ...