1. Encantadora Sara


    Fecha: 30/06/2019, Categorías: Sexo Duro Voyerismo Autor: beto2307, Fuente: xHamster

    ... alto… Te has maquillado de forma impecable, ni mucho ni poco y te has puesto un perfume que me embriaga… Algunas joyas, algunos adornos… Yo, me quedo durante un rato contemplando el espectáculo y, por fin, no puedo por más que exclamar: “¡¡Estás preciosa!!”… Me dirijo al dormitorio para arreglarme e invertimos los papeles… Eres tú la que ahora se queda en el salón disfrutando del refresco previamente preparado… Al rato, salgo bien arreglado y elegante… Traje de corte inglés, con chaqueta cruzada, zapatos negros, camisa azul con cuello americano y una corbata en tonos rosa oscuro… Voy, como siempre, peinado hacia atrás y con mi inconfundible perfume… Te cojo de la mano, te levanto, un beso suave para no despintarte los labios y nos vamos…Nos dirigimos a mi coche, vamos hacia tu puerta, te abro la puerta y subes agradeciéndomelo… Al subir, dada la brevedad de tu falda, descubro que tus medias son, efectivamente, medias y no panties pues he podido ver claramente la parte alta de los mismos y, por lo tanto, adivino en seguida que tu sexo está descubierto al completo y tan sólo protegido por tu breve falda… Amablemente, me abres mi puerta desde dentro, subo, arranco el coche y nos dirigimos al restaurante que previamente he seleccionado con sumo cuidado… Por el camino, empiezas a acariciarme por encima del pantalón y mi miembro comienza a responder de forma inmediata… Te dirijo una mirada que interpretas a la perfección, abres mi cremallera, introduces tu mano suave y rematada ...
    ... por unas uñas impecables y pintadas de rojo pasión, y sacas mi pene, ya completamente erguido, fuera de su prisión de tela… Te inclinas sobre él y, durante todo el trayecto, te dedicas por entero a él… Lo acaricias, lo besas, lo chupas con fruición… Según vamos recorriendo las calles de Madrid, al pararnos en los semáforos, algunos conductores avispados se dan cuenta de la situación pero yo me limito simplemente a sonreír plácidamente y disfrutar de un trabajo tan bien hecho… Ellos, por su lado, se mueren de envidia… Yo, por el mío, disfruto doblemente siendo sabedor de la suerte que tengo… Poco antes de llegar al restaurante, te aviso… vuelves a dejar todo como estaba… “Aquí no ha pasado nada”, exclamas sonriendo…Al llegar al restaurante, uno de los más lujosos y encantadores de la ciudad, un aparcacoches nos abre las puertas y se encarga de mis llaves… Entramos del brazo, hombre y mujer, ante las miradas atónitas de los comensales que te devoran con los ojos… Yo, orgulloso, te cojo por la cintura y dejo resbalar mi mano hasta tu precioso trasero y, con una ligera palmadita en el mismo en señal de posesión absoluta, hago ver a todos que “Ésta es mía”… El impecable maitre nos acompaña hasta nuestra mesa… Está apartada pero al alcance de la vista de todo el resto del comedor… Nos sentamos uno junto al otro en una mesa redonda y amplia con unos manteles casi hasta el suelo… Lo primero que hago es ordenar un buen vino y, mientras repasamos la carta, comienzo con unas suaves ...
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