Historias de oficina -20-
Fecha: 01/07/2019,
Categorías:
Hetero
Erotismo y Amor
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... mirada en el suelo. —Tranquila – dije abrazándola por detrás – tendremos suficiente para irnos a donde queramos —No es por el dinero. No lo entiendes – respondió tratando de soltarse – se trata de que no te arrepientas… de estar conmigo. —No seas tonta, ahora es cuando podremos disfrutar de estar juntos. Nos vamos a ir lejos. —A escondernos lejos querrás decir…no podemos dejar que Sara siga manipulando nuestras vidas, tenemos que pelear. —Lo sé… ya lo sé. La abrace con más fuerza aun, su cuerpo se pegó contra el mío. Un beso a la vez fui creando un camino desde su cuello hacia el lóbulo de su oreja, lo tome entre mis labios tirando ligeramente de él, un suspiro escapo de mi bella mariza. Aunque precisamente en ese momento nuestros juegos fueron interrumpidos, la puerta de mi despacho recibió tres suaves golpes. —Adelante – autorice. La sorpresa fue mayúscula, no por la entrada de Lucio sino porque era acompañado por mi madre. Su estado había disminuido muchísimo, el bastón que ahora portaba le daba un aspecto de debilidad y cansancio, casi tanto como el que reflejaban sus ojos. —Lucio, no te esperaba. Buenos días Lucrecia. —Buenos días hijo – Su vista se posó en mi durante unos segundos antes de notar la presencia de mariza – Buenos días niña. —Buenos días – respondió poniéndose de pie al momento que arreglaba su ropa. —Me alegro de verte – dije dirigiéndome a Lucio – últimamente todo ha sido arreglos, problemas, arreglos, problemas… —No se preocupe entiendo que para esas ...
... situaciones confié más en John. —No es por falta de confianza amigo, es por —No te preocupes Víctor, resulta ser que soy alérgico a las balas, por lo que prefiero que lo escojas a el —respondió sonriendo. —Víctor, hijo mío – comenzó diciendo mi madre – finalmente llego el día en que te liberaste del legado de tu padre. Hiciste crecer la empresa a un ritmo acelerado y alcanzado objetivos con los que tu padre solo soñaba ¿Llego el día en que por fin pienses solo en tu futuro? – observo a Mariza dejando escapar una sonrisa – en el futuro de ambos. —Si, al parecer…es momento que nos alejemos de ese peligroso mundo. Quiero… queremos paz. —Me alegro muchísimo mi amor, es lo que tu padre hubiera querido – observo durante unos cuantos segundos a Mariza antes de continuar – les deseo lo mejor a ambos. Nos sentamos a conversar alegremente todos nosotros. Mariza y Lucrecia se llevaban bien mientras conversaban de temas a los que no les prestaba atención. Era tiempo de superar nuestra distancia y reconstruir la relación que tanto había destruido. Todo estaba saliendo perfectamente, bien hasta que mi madre planteo una clara exigencia. —Me alegro que están tratando de crear una vida juntos ¿tienen pensado casarse? —Yo se lo propuse, ella no quiere – contesté defendiéndome. —Por favor, no me hagas reir – contraataco ella – digamos que la propuesta fue un poco… sosa Lucrecia nos mira a ambos sin entender absolutamente nada y ataca nuevamente… —¿Pensaron ya en tener hijos? —Me parece un poco ...