VIVENCIAS XII - Relatos Eróticos

VIVENCIAS XII

Mira este par de perritas jugando entre ellas y no invitan. Primo como estas, deja la envidia y si quieres vienes y compartimos, mira que esta divina, mojadita, jugosa. Eran las 2 de la tarde, el fuerte sol me abraza mientras voy de regreso a casa, al entrar al estacionamiento me encuentro con mis dos hermanos; ¡Hola!, ¿cómo están? Bien Valery ¿y tú? Aquí llegando y súper acalorada, con ese vestidito que casi ni te tapa. Bueno que les puedo decir, mi hermano Antonio me abre la puerta y mi morbo se enciende al bajar abro mis piernas y observo como mi hermano disfruta de ver mi vagina completamente rasurada y partida por el diminuto hilo, nuestras miradas se encuentran y paso mi lengua por mis labios de manera lasciva, Toño se sonríe maliciosamente y me dice: mmm que rica se ve más carnosa, como quisiera saborearla. ¿Qué te lo impide? Si quieres aquí mismo, los vidrios son oscuros, tú sabes nada se verá. Mmmmmm, mete la pierna para cerrar la puerta. Mientras mi hermano da la vuelta para subir al carro, veo la cara de Jesús que extrañado pregunta: ¿Pasa algo? Nada tranquilo, ahorita te cuento. Escucho lo que hablan entre ellos mientras entra mi hermano al carro, me coloco en una posición cómoda, él sin decir palabras aparta mi hilo y comienza a oler mi sexo ya húmedo. Mmmmm, que rico hueles hermanita a hembra caliente. Deja de hablar tanto y usa tú lengua para lo que deseo. Y diciendo esto empujo su cabeza con mis manos hacia mi sexo, él comienza a pasar su lengua mientras mis ...

... dedos acarician su cabello guiándolo a buscar el punto exacto de mi vagina que deseo toque, su lengua comienza a recorrer mi clítoris que se pone duro como respuesta al estímulo, sus manos buscan el escote del vestido descubriendo mis pechos que sólo están sujetos por el vestido, los saca y comienza a masajearlos, ya mis pezones están erectos, su lengua entra profunda en mí sexo haciéndome venir copiosamente en su boca; él continua chupando mientras mis caderas se mueven al ritmo de su lengua, mis gemidos llaman la atención de Jesús quien pega sus manos tratando de ver qué sucede dentro del carro, ver su cara aumenta mi morbo y excitación, sujeto la cabeza de Toño con mis manos y la hundo obligándolo a meter su lengua profundamente, mientras mis caderas se elevan y mueven volviendo acabar de manera salvaje. Él separa lentamente su cara y limpia todo el borde de mi sexo con su lengua, se da cuenta que Chuy intenta ver y me dice mientras se ríe: Esto hay que terminarlo. Arreglo mi vestido y nos bajamos del carro riéndonos. ¿Se puede saber que pasaba allí dentro? Que te cuente Toño, si quiere. Diciendo esto subo a mí habitación sintiendo la mirada lasciva de mis dos adorados hermanos. Entro directamente a mí habitación que da justo hacia el estacionamiento donde ellos se encuentran y frente a la ventana comienzo a desvestir, ante la mirada de ambos que desde allí disfrutan la vista, un mensaje llega a mi móvil, es de mi prima Miriam a quien tengo tiempo sin ver y quien era mi ...