Historia que se repite... ¿o no?, parte 2
Fecha: 02/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... así quedamos unidos un buen rato, el busco mi cara y me besó, sentí tanto amor en ese acto que correspondí a ese beso y nuestros labios se fundieron y luego separaron para explorar el resto de nuestra piel y buscar ese punto donde uno encuentra placer sexual en el juego del amor. Me pasó exactamente igual que años atrás, pero ahora era yo el que tuvo que detener esta fiebre y pedirle que se fuera. El con su inteligencia comprendió y se fué. Esa noche dormí solo, mi novio notó algo raro en mí y me dejó, terminamos una relación de casi ocho meses... más tarde descubriría que el creyó que lo había descubierto en una infidelidad y optó por marchar sin escándalos. Usted lector entenderá que el infiel en ese momento era yo, esa semana fue un tormento para mí, me quería negar a lo experimentado con Leandro, pero él fué lindo, y calló y supo esperar. Simplemente sucedió, estábamos trabajando en sus deberes escolares cuando con su voz abaritonada me pregunta si olvidé a mi novio, le contesté que sí... su cara cambió, era hermosa y esta vez yo busqué sus labios, nos fundimos en un beso lleno de pasión, yo sabía que iba a pasar, nuestras manos recorrieron cada parte de nuestros cuerpos como explorando lugares prohibidos, empecé a desnudarlo y el hizo lo mismo en mí, ahora nos se conociamos de una forma distinta,eramos apasionados, acalorados, cargados de deseo, su piel era suave como lo imaginé y sentía como respondía a mis besos en cada centímetro que acariciaba, él por su parte ...
... intentaba devolver esa misma pasión... era inexperto pero sus dedos hacían que mi piel respondiera con calor. Me dijo que era virgen, eso ya lo sabía, no era necesaria esa declaración. Su cuerpo se entregó a mi juego amatorio, lo llené de caricias, masajes y besos eróticos, descubrimos juntos sus zonas de placer y el premio lo obtuve cuando subí por sus piernas encontrando un pene erecto, fuerte, y al igual que mi primera vez, me dediqué a saborearlo desde su base, tronco, corona y glande mientras mi dedos estimulaban su perineo y zona anal, no pude evitar sonreir pues su pene era largo y delgado como él (yo creo fácil unos 20 cms pero no mas grueso que dos dedos). El solo se dejó llevar y cambió de posición ofreciéndome su hermoso trasero, el que masajeé circularmente y abriéndolo lentamente hasta descubrir su botón anal, lo besé, mordí suavemente y mi lengua hizo el resto del trabajo. Leandro respondía con lujuria, su cuerpo se movía en contorsiones de placer y sentí que estaba listo, acerqué mi miembro duro como roca y me coloqué encima haciendo contacto... no presione y jugué frotando mi cuerpo con el suyo... HAZLO!!! me ordenó y yo en conocimiento que Juan me había sido infiel, me alejé para cojer un condom y continuar a la siguiente etapa de nuestro acoplamiento final. Les juro que esa penetración ha sido lo mas increible que he sentido, su ano se mostró perceptivo a mi invasión, no hubo apuros y sus plieges masajearon cada centímetro de mi pene, el bombeo (o mete-saca) ...