Mi suegro me hizo su esclava (III)
Fecha: 02/07/2019,
Categorías:
Dominación
Incesto
Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos
... a la cabecera de la cama; luego, tomó otra cuerda y ató mi otro tobillo; repitió la operación dejando mis piernas separadas y sin posibilidad de cerrarlas. Casi estaba yo de cabeza, mis piernas abiertas, parte de mi espalda y mis nalgas sobre la cabecera y mi espalda alta junto con mi cuello y mi cabeza eran las que quedaban sobre las suaves almohadas. Esa incómoda posición yo supuse era solo para castigarme; pero aún no terminaba; después, él tomó un trapo y un buen trozo de cinta y se acercó a mí; me agité tratando de evitar lo que vendría, pero no pude hacer nada, él metió el trapo en mi boca y comenzó a colocar la cinta, amordazándome mientras me decía: “en esta posición no se te saldrá mi semen y si tenemos suerte, tal vez hasta le des un hermanito a tu querido novio; imagínate un hijito tuyo y mío zorra, que bien vendría a la consumación de nuestro amor y que el buey de mi hijo crea que es suyo”. Entonces me asusté más, me retorcí, pataleé y traté de soltarme; gritaba como loca, pero él ya me había tapado la boca y solo se escuchaba: “¡MMMNNNNGGGHHH!”. Cuando terminó mi suegro solo me dijo: “¡ah! y te lo advierto, ni se te ocurra orinarte de nuevo porque el castigo será peor que la otra vez, ¿entendiste puta?” no dije ni hice nada, solo me le quedé viendo con mucho coraje y él me abofeteó y repitió la pregunta: “¿entendiste puta?”; moví la cabeza lo poco que podía afirmativamente solo para que no me fuera a pegar otra vez; entonces él tomó su ropa y mientras se vestía ...
... dijo: “¡ya sabes que cuando yo te pregunte algo tienes que responderme, vieja estúpida!”. Terminó de vestirse y se salió dela recámara dejándome sola, desnuda y desesperada en esa posición tan incómoda. En cuanto él se salió comencé a retorcerme, moviendo brazos, piernas, cadera y lo que se pudiera para tratar de soltarme; pero no lograba nada, estaba muy bien atada de manos y pies y no hallaba nada contra que raspar las cuerdas o la cinta. Además estaba hambrienta y sedienta, perdí líquido también con la cogida de mi suegro, ya que sudé bastante y poco a poco me fui agotando, me sentía muy cansada y el sueño empezó a vencerme. Apenas me estaba durmiendo cuando sentí un duro golpe en las tetas; el dolor me hizo abrir los ojos, se me saltaron las lágrimas y grité: “¡MMMNNNNMMMM!” y vi a mi suegro ahí parado con un cinturón en la mano con el que me acababa de golpear; me dijo: “¡despierta, no te he dado permiso de dormirte puta!” y luego salió de nuevo de la recámara. El dolor era demasiado intenso y era desesperante al no poderme sobar, lloré sin poder hacer nada más. Mis lágrimas escurrían por mis sienes. Volví a mis intentos de zafarme, pero estaba demasiado débil; tenía mucha sed y hambre, me dolía el estómago, las piernas, las tetas y los brazos; me di cuenta que lo que quería el viejo era doblegarme para que al fin hiciera su voluntad, pero estaba decidida a no permitirle más bajezas. Poco tiempo después, mi suegro volvió a aparecer en la habitación; solo dijo: “hace mucho ...