1. La infidelidad de la ingenua novata del gimnasio


    Fecha: 03/07/2019, Categorías: Sexo Duro Sexo en Grupo Tabú Autor: MrJosh93, Fuente: xHamster

    ... preguntaba, ya le había cogido de la mano y se estaban yendo juntos al baño.— No puedes hacerme esto... Terminad ya... Quiero irme a casa...— Esto no ha hecho más que empezar, vamos a follarte hasta que no queramos mas. Pero mira, ya no opones resistencia, eso significa que te está gustando la dieta.Al llegar a la ducha, Moja activo el grifo, y el agua empezó a caer, Sara se arrodillo en el suelo rendida, esperando lo inevitable.— Soy una zorra... He permitido que esto suceda.Moja, la cogió gentilmente de la mano. La levanto y la miró a los ojos.— Mira princesa, ya no puedes echarte atrás. Tu novio no se va a enterar, te lo prometo. Puedes elegir pasarlo mal y rayarte mientras te follamos. O puedes disfrutar, quedarte satisfecha e irte como si no hubiese pasado nada. Por nuestra parte no te haremos chantaje, ni tu novio se enterara.— Es muy fácil decirlo cuando tú eres ajeno a la infidelidad...Él la metió en la ducha después de quitarle el tanga, el sujetador y las mallas. Con el agua ya a buena temperatura, ella suspiró al recibir el impacto directo del agua caliente en el rostro.— Enjuágate la boca, Sara.Ella obedeció, y se la enjuagó a conciencia, mientras Moja se pajeaba y hacia que le volviese la erección, cuando ya estaba mitad lograda, entró con ella y la abrazó desde detrás. Incrustándole la morcilla entre las nalgas. Agarrándole el seno izquierdo y acariciándole gentilmente los labios vaginales, ella comenzó de nuevo a gemir.— Preciosa, no te cortes. Pajeame, sé que ...
    ... lo estas deseando.Ella giró la cabeza, mirándolo tiernamente a los ojos, y le besó suavemente mientras con la mano derecha le agarró la polla y comenzó a meneársela.—Ufff, no pares — Suplicó Moja dejando de agarrarle el seno y masturbarla, totalmente concentrado en el placer de la paja que le estaba haciendo.Sara se giró para quedar totalmente de frente a él, quedando con la espalda pegada a la pared, mientras besaba a Moja y le pajeaba por lo bajo. Moja pareció volver en sí y la agarró desde esa posición por las nalgas, y clavó sus dientes cariñosamente en el cuello de ella.— Ah... ¡Ahhh! No me muerdas ahí, es una zona muy sensible... — Dijo Sara mientras respiraba con dificultad entre gemido y gemido.Moja consiguió liberarse de la mano de Sara, e incrusto la polla entre los labios vaginales de ella, atrayendo su entrepierna con un agarre de nalgas. Comenzó a frotar su entrepierna con la de ella, mientras sus cuerpos desnudos se apretaban y saboreaba su húmedo cuello.Sara con los ojos en blanco, lo abrazó y se abrió de piernas, pinzándolas a su cadera, quedándose suspendida en la pared entre pared y Moja.Moja, soltó una de las nalgas de ella y se agarró la polla, guiándola hasta el paraíso terrenal de la excitada muchacha.La metió de un empujón y ella volvió a gemir por cada embestida que él le daba.— Moja, no la metas toda, que me duele...— Cállate y disfruta. — Dijo él, dejando de morderle el cuello y besándola mientras la atravesaba una y otra vez.El mete-saca de él era ...