1. Las Aventuras de Carla 3


    Fecha: 05/07/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: lamedor65, Fuente: xHamster

    Carla y Luis volvieron al hotel.Allí le aguardaba a Carla una sorpesa. Dos deliciosas muchachas orientales estaban en su habitación, que siguiendo las instrucciones de Don Mario la habían convertido en un lugar relajante y tibio. Las persianas tamizan suavemente la luz del atardecer y manchas rosadas, violetas y doradas se proyectaban sobre la sábana de la cama más grande que Carla hubiera visto nunca. Ardían varitas con aroma a sándalo y la cama estaba rodeada de velas... --Lo más difícil de organizar -- dijo Don Mario, semioculto en la penumbra--- ha sido que la administración del hotel haya permitido cambiar la cama de la habitación. Convencer a Luis fue mucho más fácil...Pero con dinero...Por favor, pasa a la ducha para quitarte la arena de la playa; Bhajji, que es hindú, está aquí solo para ayudarte y relajarte. Preparaos para la cena; Satori, la japonesa, atenderá a Luis en mi habitación. Os espero fuera.Bhajji le abrió la puerta del baño, que también estaba perfumado, y Carla se duchó, preguntándose en qué iría a parar todo. Cuando salió, envuelta en la toalla, se encuentró a Bhajji de rodillas en la cama, con una camisola de seda abierta, esperando para darle un masaje. Carla envidió su cabello negro hasta la cintura, su piel oscura, y le sorprendió su modestia, tan distinta de las parejas de la playa: mantenía la vista baja mientras ella se quitaba la toalla y se tumbaba para el masaje. Bhajji le untó la espalda en bálsamos y le dio un masaje en la nuca y los ...
    ... hombros; en los riñones le puso dos piedras negras calientes que irradiaban energía a su espalda e incluso a su vientre. Luegoi empezó a masajear sus nalgas, muslos y pantorrillas, y se demoró largo rato con los pies. Había tanto bálsamo aromático y la sensación de sus manos era tan aceitosa que por un momento Carla pensó que Bhajji estaba lamiéndole los dedos de los pies, y eso le excitó...se volvió a mirar por encima del hombro y ella estaba tan sólo acariciándole los pies...pero ahora la muchacha estaba desnuda del todo; se veían a la luz de las velas sus pezones muy negros. Sus manos brillaban a la luz de las velas y volvieron a sus caderas; Bhajji retiró las piedras y hizo darse la vuelta. Hasta ese momento casi ni lo había notado, pero había música de sitar de fondo, esa música hindú envolvente, repetitiva, dulzarrona a veces, a veces enervante...ahora sonaba fuerte el ritmo de tabla (tambor) que acompañaba al sitar, y Carla vio cómo la muchacha desnuda se inclinaba sobre ella...se fijó en el punto rojo que lleva pintado entre las cejas, pero prefirió cerrar los ojos. Bhajji la masajeó desde la frente hasta las uñas de los pies: la cara, el cuello, los hombros, pechos y pezones --sin insistir pero tampoco dejándolos de lado--. Mientras ella le masajeaba las costillas y el vientre, los pezones de Carla se desplegaron como pequeños dedos furiosos, erguidos, y sentía moverse el aire cálido en la habitación. Cuando ella llegó a las ingles, los pezones de Carla todavía se tensaron ...
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