1. Buscando casa


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Hetero Autor: xxjpx, Fuente: RelatosEróticos

    ... acabó dos veces por lo menos mientras estabamos en eso, y en un momento se volvio a poner de pie, se dio vuelta hacia mi, se sacó la camisa y el sostén, dejando al descubierto dos tetas hermosas, con pezón diminuto, pero enteramente hinchado y rosado. Ya completamente desnuda, me sacó el pantalón y con mucha delicadeza se sentó sobre mi verga, metiendosela hasta el fondo. La sensación de calor y humedad de su concha casi me juegan una mala pasada, pero logré aguantar y concentrarme en no hacer un papelón. Empezó a cabalgarme, primero despacio, frotandose contra mi pubis, y despues mas violentamente, mientras yo le amasaba las tetas y le chupaba los pezones. Así estuvimos hasta que yo, ya a punto de acabar le dije que parara, pero ella tomó mas ritmo y me dijo: "llename de leche papito, dejame toda mojada y llena de leche", mientas empezaba a maullar un gemido en el que nos fundimos los dos. Mientras le acababa en esa concha deliciosa, sentí como las paredes de la vagina se contraian y expandian, en una especie de agarrón brutal. Nunca lo había sentido, y me hizo largar mas leche aun dentro de ese cuerpo maravilloso. Quedamos abrazados tirados en el suelo largo rato. Y de pronto Lucía se empezó a mover con mi verga semierecta aun adentro hasta lograr ...
    ... ponerla dura de nuevo. Cuando estuvo bien dura se detuvo y me preguntó: "me harías el culito Armando?", con cara de inocente, suplicando. Obviamente no me negué, y aprovechando que tenía la verga totalmente lubricada con sus jugos y mi leche, la puse en 4, me arrodillé atrás de ella y apoyé suavemente mi glande sobre su ano. Usando el pulgar para hacer presión empujé mi verga hacia adentro lentamente. Era un culo bien apretado, el exceso de lubricación lo hizo mas facil, pero no fui violento ... lo fui metiendo despacito y a medida que escuchaba su gemidos, mas me excitaba. Una vez que estuvo todo adentro, empecé a moverme lentamente. Evidentemente le gustaba ya que sus gemidos fueron aumentando y además se frotaba el clítoris con una de sus manos mientras jugaba con mis huevos con la otra. Empecé con ritmo mas sostenido, y a pesar del polvo que nos habiamos echado recién, lo apretado de ese culito y el meneo de caderas de Lucía me hicieron imposible aguantar mucho tiempo ... y le acabé adentro en medio de sus gemidos de gata acabando junto conmigo. Nos duchamos, aunque no hubiesen toallas, para sacarnos todo el sexo de encima y al final terminamos conversando de los detalles de la casa. Si compré o no una casa es materia de otro cuento ... nos vemos! 
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