La dependienta me quiso chantajear VI - Relatos Eróticos

La dependienta me quiso chantajear VI

... terminando de decirlo, se saco la blusa y la falda, echándola sobre uno de los dos taburetes que tengo en la cocina, también se descalzo, pero estos se los quito boleándolos y mandándolos a uno de los rincones de la cocina. Me gusto su sujetador y su braga, no es que fuesen muy sexy, pero era un conjunto muy bonito, la braga era tipo culote, pero de seda, o eso me daba la impresión desde donde yo estaba sentado, y con los filos de encaje, de color blanco, lo mismo que el sujetador, que era a juego de la braga. -Uhmmm, me gusta perra, ese conjunto es bonito. -Esther.-Gracias Amo, como quiere el café? -Coge una de las tazas y la leche templada perra, y ahora en un rato llamamos a algún sitio para que traigan la cena. -Esther.-Si Amo, me puedo tomar yo otro café? -Si perra, pero en la puerta que tienes delante tuya, hay tazones, prepáratelo ahí. -Esther.-Gracias Amo, me apetece algo caliente. Me dejo el café y el azúcar encima de la mesita que hay delante del sofá y se fue a por el suyo, y yo esperaba que cometiera el error de sentarse o intentar sentarse junto a mi, para tomárselo, pero esa fue una sorpresa más, pues se acerco a sofá, se puso de rodillas y dejando el tazón en el suelo… -Esther.-Puedo tomármelo ya Amo?, o he de esperar a que Ud., acabe? -No dejas de sorprenderme perra, esta no es tu primera vez, y seguro que no es con tu marido o ex, porque sino, no estarías aquí perra. Ella bajo la cabeza, como dándome la razón. -Esta bien, tomate el café perra, y ahora ...

... hablaremos, me tienes que contar tu historia, porque creo que tienes una buena historia. Poniéndose a cuatro patas, metió la cabeza en el tazón, y empezó a sorber y lamer, hasta casi tomárselo del todo, mientras tanto yo también me tome mi café. -Esta bien retira esto y en la nevera esta el teléfono de telepizza, pide una pizza o dos, y mientras la traen me cuentas tu vida perra -Esther.-Si Amo. Y poniéndose de pie, cogio mi taza y su tazón y los llevo a la cocina, desde allí llamo al telepizza. -Esther.-De que la quiere Amo? -Pídela de cuatro quesos perra, llama desde el fijo, que ya conocen el teléfono y no tienes que repetir los datos. Llamo e hizo el pedido, lavo la taza y el tazón, y poniéndose a cuatro patas vino hasta donde yo estaba. Y una vez junto a mí, se puso de rodillas en posición de descanso, es decir con el culo pegando a los talones. -Sabes mucho de sumisión perra, estoy deseando que me cuentes. -Esther.-Le rogaría que no me haga contárselo Amo, hace ya tanto, que lo creía olvidado. -No perra, lo quiero saber todo, desde el inicio, porque tus conocimientos no son de lectura, son de practica. -Esther.-Pero quedara entre Ud., y yo Amo? -Esto no es negociable perra, así que empieza ya, pero antes dime, porque tanto disimulo hoy? -Esther.-La verdad es que, aunque por su actitud, ya había notado algo raro, cuando mi madre me ha dicho que es su perra o su puta, casi me corro Señor, y le puedo asegurar que llevaba casi diez años que no me corro. -Diez años perra? ...