Un recuerdo con Nadia
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
Me considero un promiscuo, siempre estoy en busca de la siguiente chica que me he de follar, pero en todo caso siempre he tenido parámetros y no solamente busco una escoba con faldas, más bien busco una chica bella y a quien complacer sexualmente. Debo de admitir que no siempre he sido así: me casé a los 19 años con una linda mujer persa y que me dio dos hijos. Infortunadamente murió junto a mi hija menor en un accidente de tráfico y me quedé viudo hace 20 años y desde entonces nunca volví a casarme. Con mi esposa siempre tuve un buen sexo, quizá de los pocos que pueden decir, que tienen por lo menos una relación sexual diaria con su mujer sino es que más. Quizá el único receso era en ese tiempo de cinco días de su menstruación, pero aun así recuerdo que ni en esos días teníamos dieta. Recuerdo en varias ocasiones ver mi pene saturado de la sangre de mi mujer, porque simplemente no nos podíamos aguantar las ganas. Este es el tiempo que le he sido fiel a una mujer. Ocho años que estuvimos casados y que a pesar que siempre me salían excusas para otras aventuras, mi mujer siempre tenía la aventura para mantenerme ocupado. Mi madre que era psicóloga siempre me dijo que teníamos una relación muy sana y ella nos pilló follando en medio de la cocina o sala. Es que con Nadia no había tiempos especiales, ella hacía cada tiempo de la vida especial y siempre me coqueteaba y se me insinuaba en una provocación constante. Inclusive cuando me alejaba por un par de días, ella tenía sexo ...
... telefónico conmigo. Ocupó todos los pensamientos y los tiempos. En esos 8 años no me dio tiempo de pensar en otra mujer, pues ella era la sumisa, la que llevaba el control, la sofisticada y la sencilla, la extraña y la vecina, la puta y la monja, que decir, si de vez en cuando me salía con su velo musulmán, aunque ella era cristiana. Recuerdo en ese tiempo se me arrojaba una mujer de nombre Jacqueline, una mujer hermosa que a cualquiera pone en tentación. Yo tenía unos 25 años y ella unos 20 y ese día prácticamente me tiró sus pantis a la cara, pero esa mañana mi mujer me había llamado y me contaba de la lencería que había comprado para desfilarla ante mí esa noche. Si, Jacqueline me gustaba, pero mi mujer era linda, que digo, era bellísima y a pesar de haberme dado ya dos hijos, se mataba diariamente haciendo ejercicios para lucir lo más bella posible. Siempre me decía al oído o por teléfono lo que me quería hacer y lo que deseaba que hiciera yo con ella. Tenía muchas erecciones diarias, pensando en las cosas que me decía esa chica que conocía desde la infancia de nombre Nadia. Creo que en eso consistía el secreto, en que desde novios siempre me mantuvo en la sorpresa, llenándome de adrenalina a cada instante. Recuerdo que el día que íbamos a acampar en nuestra primera casa rodante. Íbamos con la familia de mi hermana y también iba mi madre. Yo manejaba a horas de la madrugada y Nadia sabía que estaba cansado y todos dormitaban. Me bajó el zipper del pantalón y me hizo un sexo ...