mas caña
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cermega, Fuente: xHamster
... quiero que me veas.Lo hice. Abrí los ojos, vi su rostro pleno de placer mientras me contemplaba. Su pene estaba de nuevo erecto y lo agitaba con su mano. Sí, nos estábamos masturbando al unísono mirándonos el uno al otro. Continué mi labor hasta sentir un escalofrío, mi cuerpo se arqueó y alcancé la meta del placer. Cuando empecé a recuperar la conciencia se acercó, se colocó de rodillas encima de mí y eyaculó en mi pecho cayendo rendido a mi lado.No me dejó lavarme, siempre lo hacía después de hacer el amor. Dijo que quería que durmiéramos los dos desnudos y con nuestros jugos pegados al cuerpo.No tardó en dormirse, pero yo apenas pegué ojo. No acostumbraba a dormir desnuda. Cuando hacíamos el amor, al terminar me aseaba y me ponía mis braguitas y el camisón. La ausencia de ropa, mi cuerpo desnudo con los restos de su semen entre mis piernas y el pecho, y el recuerdo de lo que habÌa ocurrido desde nuestra llegada me impedía dormir.Si esa misma mañana alguien me hubiese preguntado por las cosas que había realizado le habría dicho, y convencida de ello, que eran denigrantes para la persona que las practicaba, que era imposible que una persona educada hiciese algo asi sin sentir verguenza y culpa. El sexo oral, depilarse el pubis, ir sin ropa interior, masturbarse delante de otra persona eran prácticas inaceptables para mi.Es cierto, Mi amo y marido me había pedido hacer todo eso, pero igualmente cierto es que no me había forzado, en todo momento podía haberme negado a ...
... continuar, podía haber dicho basta, pero no lo hice. Acepté sus ordenes sin oponer resistencia y en modo alguno me sentía humillada y además, debía admitirlo, había obtenido un placer no acostumbrado. ¿Qué me depararía el día siguiente?La noche pasó en un continuo duermevela, aunque pude conciliar finalmente el sueño. Cuando los primeros rayos de sol iluminaron la habitación tenuemente a través de las cortinas me miré, desnuda, con el pubis como una niña y mi cuerpo pegajoso, y le miré, aún dormido, desnudo como yo, me gustaba verle así, no solía hacerlo, sí, nos veíamos desnudos, por supuesto, pero no solía deleitarme en su contemplación. Me gustaba, sí, adoraba su cuerpo desnudo. Le hice una fotografía. Él tenía de mi, pero nunca le había hecho a él. Quizás me serviria más adelante.Sólo quería complacerle, sin saber cómo me encontré con la cabeza entre sus piernas y comencé a lamerle el pene, aún flácido y con el sabor de su semen y mi flujo, con la punta de la lengua. Al instante se despertó y vio lo que hacía, no dijo nada, sonrió en aprobación. No tardó en empalmarse, rodeé su punta con mis labios y me lo metí en la boca. Gemía, estaba disfrutando. Cuando comenzó a eyacular no hizo falta que me cogiera la cabeza como el día anterior, yo misma engullí su pene tanto como pude y tragué su semen no dejando que se derramara una sola gota.Tras levantarnos y ducharnos le pregunté qué deseaba hacer por la mañana, con la esperanza de oir quiero follarte hasta destrozarte el coño, ansiaba ...