1. Orquídea Salvaje


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Dominación Autor: Crusnik, Fuente: SexoSinTabues

    ... abstinencia y necesitaba de sexo. Se dejó hacer. Gracias a la feromona ya había llegado casi al orgasmo. Me suplicaba que se lo hiciese: “¡Más, más por favor! Lo necesito. Lo quiero dentro de mí. Ha pasado mucho tiempo.” Luego cambiamos de posición. La coloqué boca abajo y la levanté de los brazos, en una variación de la pose del misionero, ella movía las caderas y ajustaba su vagina en mi polla. Mientras yo entraba y salía. Ella mugía: ¡Qué rico! Seré tuya, soy tu perra. Y empezó a aullar. Así acabamos los dos: enlazados, abrazados, desnudos mientras no quitaba su cara de mi pecho. Le pregunté si quería otro. Aún trataba de reponerse de ese orgasmo, pero dijo que sí. Me puse boca arriba y la cogí del culo mientras ella se balanceaba de arriba hacia abajo, de adentro hacia afuera. Sólo se oían nuestras respiraciones agitadas, mientras que en el cuarto se llenaba del aroma de sudor. Me di cuenta que eso la ponía más cachonda. Y comprobé que el sudor con la feromona es más poderoso. Al final perdimos la cuenta de cuantos orgasmos tuvimos. Dormimos abrazados de lado. Y así pasamos varios días de aventuras y satisfacciones sexuales. La había hecho mía de muchas formas, como si hubiéramos nacido para satisfacer el placer mutuo. Extasiados nos quedamos dormidos, al despertar, una hora más tarde comprobé que no era un sueño y en esa posición de lado seguí metiéndosela mientras con mi mano acariciaba su peluda concha. Fue en ese momento que vi hacia la puerta y comprobé que su ...
    ... hija había llegado. II Andrea nos miraba con una mezcla de incredulidad y deseo. No podía pronunciar palabra y sigilosamente se fue a su habitación. Ahora mi objetivo era poseerla. Deduje que ingería el mismo té que su madre y por eso su libido se había activado. Me ofrecí a prepararle a Luz una bebida caliente, en mi maletín tenía un anestésico que la haría dormir por unas cuatro horas tiempo suficiente para seducir a su hija sin que ella lo supiera. Mezclé la bebida y se la di a probar. En unos minutos durmió la siesta aprovechando para acercarme donde Andrea. Por el picaporte pude ver como se masturbaba, su chochito púber, sus senos en desarrollo. Traté de abrir pero la puerta tenía llave. Llamé a su puerta. Andrea llevaba una bata con flores y por la prisa suponía que no tenía nada debajo. Creía que quien llamaba a su puerta era su madre por eso se sorprendió al verme. Su primer impulso fue tirarme la puerta, pero interpuse mi pie y retrocedió. Luchaba con ella misma, una lucha entre el pudor y el deseo. Me acerqué y acaricié su rostro, su piel lozana y tersa. Bajé mi mano hacia su cuello y fui quitando su bata descubriendo un pezón. Quiso cubrirse por pudor. Le lamí el cuello descubriendo nuevamente su bata, ella se dejaba hacer. Quité su manó y besé ese pezón y con mi otra mano aplasté el otro formando círculos. Eso la estimulo e hizo que sus tetas se pusieran duras. Abrí completamente su bata y vi su concha virgen, con escasos pelitos. Bajé mi lengua y seguí besando su ...