Virtual con mi mejor amiga
Fecha: 15/07/2019,
Categorías:
Bisexuales
Sexo Virtual,
Autor: carlos-2626, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Carlos, soy argentino y esta historia transcurre cuándo yo tenía 28 años. Desde chico que uso Skype y siempre me ha gustado el sexo virtual en todas sus formas. Por más que nunca estuve con un hombre desde hace años me siento bisexual por la cantidad de sexcam que he practicado con ellos. Lo que nunca pensé es que una noche a distancia con mi mejor amiga podría terminar así. Con Lucía somos amigos desde que tengo 25 años, siempre nos llevamos muy bien y fuimos muy confidentes en todo sentido, hablamos de sexo sin problemas, de sus relaciones con hombres y mujeres; y de mis relaciones con mujeres. A eso de los 27 años luego de una noche de mucho alcohol terminamos besándonos y al tiempo cogiendo. Desde ese entonces nuestra amistad se unió mucho más. Una noche en que cada uno estaba en su casa comenzamos a charlar por Skype de diferentes fantasías. Elaboramos una lista de cosas que nos gustaría hacer juntos, tríos, lugares exóticos para tener relaciones, juegos para realizar en medio del sexo, etc. La charla comenzó a intensificarse y nos empezamos a calentar. En una de esas le propongo poner las cámaras y mirarnos mientras charlábamos. Ella vestía ropa de dormir improvisada, una camiseta muy escotada y un pantalón que marcaba perfectamente su cuerpo. Por mi parte solo un bóxer y una remera cubrían mi cuerpo. Rápidamente notó mi calentura y me propuso un juego morboso e interesante. Teníamos que guiar a la otra persona mientras se masturbaba, decirle como ...
... tocarse, por donde, con qué velocidad, en qué posición y hasta cuándo eyacular. La idea me calentó de sobremanera así que le pedí que sea la primera en comenzar este viaje y me guíe. Comenzó por pedirme que empiece a sobarme la pija por encima del bóxer, suave y lentamente. Obedecí. Me pidió que imaginara que era ella quién me acariciaba y cerré los ojos un instante y sentí como mi mano parecía la suya; recordé como ella me masturbaba, cómo conocía los puntos dónde hacer presión y donde tocar. "Sacate toda la ropa suavemente", me dijo. Y desnudo quedé frente a la cámara mientras mi mejor amiga miraba y me ordenaba. A continuación empezó a pedir cosas un poco más osadas. Primero que me situara delante de la cámara con las piernas abiertas. Mi pija ya erguida y jugosa chorreaba leche de a poquito. "Quiero que te toques los huevos y te masturbes". Obedecí y empecé a sentirme cada vez más a gusto. Comencé a gemir un poco, a lo que ella me pidió que me callara. Por la cámara veía sus pezones cada vez más grandes y un grado de excitación cada vez más fuerte en su cara. La situación le encantaba y empezó a desnudarse; yo estaba demasiado compenetrado como para recordarle que luego debía guiarla, así que dejé que siguiera el camino hacia su desnudez. Me pidió que me masturbara lo suficiente como para que hubiera bastante semen acumulado en mi punta, lo que me llamó la atención. Una vez que notó que caían gotas de la punta de mi pija me dio la orden que más me sorprendió. "Quiero que con tu ...