El despertar de Verónica
Fecha: 15/07/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Por fin llego la hora ir a un boliche, yo me fui con Enrique en el auto de un amigo del. Al llegar a boliche, empezamos a bailar, yo bailaba con Enrique, pero un momento el se fue al baño, y luego se acerca Pablo y tuvimos esta conversación: ‘’Realmente me volves loco, esta vestido muy provocativa’’, ‘’te gusta’’, le conteste, ‘’si claro, se te trasluce todo la bombacha y se ve que la tenes perdida por la cola, pares una ’’, ‘’Una puta"’ le dije, y el me contesto ‘’si una puta, y sabes como te cogería’’ yo no le conteste nada, porque llego Enrique. Yo a esa altura de la noche estaba muy borracha y caliente, y Pablo me seguía diciendo cosa y tocándome el culo. Pero la noche transcurrió sin mayores sorpresas, hasta la vuelta. La joda termino y debíamos regresar a nuestros departamentos, pero el problema se suscito que solo queda un auto disponible, y éramos 7 para regresar. Decidimos ir todo juntos en el auto, como les dije íbamos 7 personas, Enrique iba en el asiento de adelante, y yo me tuve que sentarme en la falda de Pablo, que era séptimo pasajero. El trayecto de la disco hasta mi departamento era largo, y el todos los pasajeros, a excepción de que conducía, se durmieron, ya que estaban muy cansados, producto de bailar y del alcohol, y se notaba que estaban todos fusilados. En ese tiempo, yo iba notando que Pablo tenia parada la pija, la sentía enorme, ya que mi pantalón era de una tela muy fina y perñable, y sentía por ende la pija que sobresalía de su pantalón. Comencé ...
... a mojarme inmediatamente, pero tampoco me atreví a hacer un solo movimiento, pero luego saqué valor de mi propia excitación y haciendo ligeros y discretos movimientos logré que la pija de Pablo quedara perfectamente encajada entre mis piernas, abrazada por mis nalgas y mi concha con el único impedimento de la tela de mi pantalón. Pablo empezó a percatarse de que yo era consciente de la situación y la estaba aprovechando, y tuvo el valor de hacer el también sus discretos movimientos para colocarse de la manera más cómoda posible, y él empezó moverse ya con más descaro y había posado sus manos en mi trasero. Luego se aventuró a tiras las tiritas de mi tanga, que me la subió a no dar mas poder. Ya no había nada que ocultar, yo me mordí los labios como signo que me estaba gustando, él la tenía grande y durísima, esto hizo que creciera aún más y que empezara a sentir espasmos dado que no podía mover sus caderas. Empezó a tocarme el culo y me dijo ‘’vos sabes como te la metería acá mismo’’, y yo, ya incontrolada, le dije en vos muy baja ‘’y vos sabes como te la chuparía" mientras le metí mi mano por debajo de mi pantalón y empecé a frotarle la pija, pero allí mi Enrique se despertó y me dijo que ya habíamos llegado a mi departamento. Nos dependimos de todos, yo a Pablo le di un beso en la mejilla muy especial, le guiñe el ojo y me fui con Enrique a mi departamento a tomar un café. Luego de tomar el café, nos sentamos en mi sofá a charlar, en un momento me dio ganas ir al baño, ya ...