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Secreto de confesión
Fecha: 19/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Entró en la iglesia vacía presa del miedo, fue directamente al confesionario y se arrodilló casi llorando La muchacha era una feligresa habitual en la misa de doce de los domingos. Era una joven morena muy guapa de cara aunque no se le conocía novio. De hecho, dedicaba el tiempo libre a dar catequesis a niños y a servir de voluntaria en los asuntos que promovía la parroquia. No eran pocos los pretendientes que tenía pero jamás tuvo nada con ninguno de ellos. Debía tener 23 años y a pesar de falta de vocación para ser monja (ella misma rehusó la idea propuesta por el párroco) paecía una novicia en toda regla. Pero aquel día traía una cara que reflejaba una angustia tal que frai Bernabé se asustó un poco. El cura se había quedado mudo escuchando el relato de Isabel. Nunca, en sus trece años de sacerdocio le había sucedido nada igual. Eran miles las historias de sexo que escuchaba tras la rejilla pero niguna le había excitado... hasta ahora. La muchacha estaba muy avergonzada pero no tuvo más remedio que recrearse en los detalles para goce de su párroco que había liberado su polla del hábito y se la agarraba ya con la mano derecha. El párroco se estaba conteniendo para no correrse porque se le había ocurrido otra cosa. Isabel obedeció sin rechistar, se metió el miembro del cura en la boca y se la mamó como si no fuera una novata. Aprovechó la lengua para lamerle la base y se la tragaba entera. El cura le agarraba de la nuca moviéndole la cabeza hacia si haciendo que la muchacha se la tragara entera. Él se corrió en seguida en su boca haciendo que ella se atragantara. Isabel se levantó y pidió permiso para marcharse a lo que el cura se negó.
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