Relatos eróticos: Cositas ricas (Primera parte)
Fecha: 20/07/2019,
Categorías:
Grandes Relatos,
Transexuales
Autor: dandar, Fuente: CuentoRelatos
... discreto de conocerla. Entonces caí en la cuenta de hacer contacto mediante Facebook. Usé el perfil secreto que tenía y pedí su amistad. A los diez minutos ella aceptó. De inmediato le conté que deseaba lencería erótica y algún juguete para regalar a una amiga, pero que no me atrevía a entrar a su negocio, por lo que le consulté si existía algún horario reservado para ser atendido. Brenda respondió que sí, de una a tres de la noche, pero, compre o no, debía abonar 20 dólares por la atención. - ¿Puede ser hoy? - Si, a las dos. A esa hora toqué el portero electrónico con visor del negocio y vivienda de Brenda. - Ah, sí; empujá la puerta y esperame en el salón, ya voy… - sostuvo ella, por el aparato. Seguí las indicaciones e ingresé a una habitación de cuatro por cinco metros, tenuemente iluminada con luz rojiza, con aroma a sándalo, en la cual se escuchaba apenas un bolero. Cuando mi vista se adaptó a la semioscuridad, observé vitrinas, estantes y mesitas con multitud de productos eróticos y sexuales. Luego me pareció oír gemidos y risitas. Tímidamente, caminé hacía tres puertas, una al lado de las otras, cerradas por cortinas rojas. A mitad de camino me detuve, avergonzado como un adolescente. En esos cuartos estaban disfrutando de sexo. - ¡Hola vecino!, ¡bienvenido!; es un placer que conozcas mi humilde rinconcito… - saludó una dulce y cálida voz femenina con cierta tonalidad grave. Al darme vuelta para responder quedé sin palabras. Sobre altos tacos aguja, con medias negras ...
... de encaje hasta la mitad de largas piernas, una espectacular mujer en body avanzó sensualmente hasta mí. - Soy Brenda. Disculpame por recibirte vestida de este modo, pero le mostraba a las clientas los nuevos modelos que llegaron. Si te hago sentir incomodo, decime y voy a cambiarme… - expresó. - ¡No, no, para nada!, ¡quedate así! – logré decir. - Gracias, sos un caballero… Vení, sentate; yo estaba tomando Fernet con coca, ¿querés? - Bueno, me gusta… - Ya vuelvo Al darme la espalda, ondulando la cadera, admiré una cola maravillosa. “Te muestro” Al regresar, Brenda se sentó a mi lado y me preguntó: - Contame, ¿qué buscas y como es la persona a la que querés darle un regalito? Entonces recordé que le había dicho por la red mi interés de regalar lencería y un juguete sexual a una amiga. - En realidad no sé muy bien, es la primera vez que conozco todo esto; se me ocurrió que tal vez a ella le gustarían las cosas que vos tenés… - Bueno, es ella, una mujer, tienen relaciones íntimas y quieren explorar los secretos de la sexualidad… Esta mujer, ¿qué edad tiene?, ¿cómo es físicamente? - Es jovencita, más o menos de tu edad, y su cuerpo es muy parecido al tuyo – improvisé. - ¿Mi edad? ¿Cuerpo como el mío? ¡Me encanta! Yo pienso que lo mejor que le puede pasar a una chica de veintitantos como yo es conocer a un hombre maduro, mínimo veinte años de diferencia. Y si están juntos, vos debés ser un muy buen amante… ¿Ella tiene onda salvaje o inocente? - Más bien inocente… - ¡Ya sé que les ...