Vicio
Fecha: 24/07/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cermega, Fuente: xHamster
Me llamo Luis y estoy casado desde hace 8 años con Ana una chica 12 años menor que yo. Esta es la verdadera historia de mis primeros cuernos. Luego se repetirían muchos más, afortunadamente.Cuando nos conocimos no era más que una niña guapísima, que había ganado un concurso de belleza en una de las ciudades más importantes de España. Es alta (178 cm) delgada, con piernas interminables, rubia, de melena lacia y ojos claros, pechos grandes (95) y de familia recientemente adinerada pero clásica en cuanto a costumbres. En fin se podría decir que era una pija, aunque los orígenes de su familia son mas humildes y el éxito les llego por el duro trabajo de mi suegro.Por otra parte en la manera de vestir siempre ha sido provocativa, sabe que esta buena y saca provecho. Suele vestir con minifaldas y vestidos estrechos que resaltan su figura y belleza, usando tacones sexys hasta para estar por casa.Yo por mi parte también recibí una educación clásica, pero aunque siempre he aparentado cumplir con la tradición, la verdad es que siempre fui amigo de clubes nocturnos, fan de la pornografía y vicioso del sexo y la masturbación. Por otra parte, por motivos de trabajo viajo a menudo a distintos puntos del extranjero, sobre todo América y Europa y estos viajes se llegan a prolongar meses en ocasionesEstuvimos 2 años de novios y nos casamos y tuvimos 2 hijos pronto. El sexo siempre fue muy intenso entre Lucia y yo, incluso desde el primer momento como novios, excepto durante los periodos de ...
... embarazo, en los cuales su apetito sexual decrecía. No así el mío, y me consolaba volviendo a clubes y prostitutas caras, como también lo hacía casi siempre que viajaba, llegando a gastar fortunas en mujeres.Tras el segundo hijo y una vez que volvió a recuperar su esplendida figura, las necesidades de sexo de Lucia comenzaron a crecer. Por otra parte ella cuenta con servicio permanente en una casa lo bastante grande, que le permite estar liberada de las tareas del hogar y atender a nuestros hijos solo cuando lo desea.Yo estaba encantado, comenzamos a hacerlo 2 y 3 veces al día, pero Lucia me pedía mas, así que yo, a veces no llegaba a complacerla adecuadamente y mucho menos en los periodos en los que me debía ausentar de casa por motivos laboralesLe sugerí a Lucia, por tanto, que hiciera uso de la pornografía, y haciéndome el despistado, disimulando que desconocía el tema busque y compre en Internet películas porno que suponía que la excitarían y le ayudarían a olvidarse de mí un tiempo a la vez de que calmarían su avidez de sexo. Lucia nunca había visto porno, así que la primera la vimos juntos, y para ella fue todo un descubrimiento. En la primera escena 2 hombres se follaban sin parar a una chica con aspecto de colegiala, que por cierto estaba como un tren. Lucia comenzó a masturbarse sin parar mirando embobada la pantalla de la tele de alta definición del salón y gimiendo como una perra, metiendo su mano por dentro de sus bragas a las que llegaba sin ningún embarazo al ...