SER SEXO SERVIDOR NO ES NADA FACIL - Relatos Eróticos

SER SEXO SERVIDOR NO ES NADA FACIL

... haciendo nuestra perra, no se por que lo hice, quizás por sobrevivir al momento o por que el tipo de verdad me intimido, o quizás si lo sentía, pero grite en su cara Siiiiii siiiii me encanta ser su putaaaa, eso querías oír? Siii cabron, cogeme asiiii como tu perra, me encantan sus vergas, sigue cabron sigue dame mas verga, durooo duroooo cabron, quiero exprimirlos a ambos con mi culo de puta. Entonces estallo por fin el de atrás, libero mis brazos y se aferro mas a mis cabellos, y mordisqueando y chupando fuerte mi cuello, me decía, tomaaa tomaaa putaaa, llénate de mi lecheee haaa, haaaa y así termino de convulsionarse, el que estaba encima de mi, me levanto, y me separo de su amigo, me miraba y me decía, te gusto? Siii me gusta no pares, que rica puta eres, era un alivio sentir mi culo más relajado, sin el otro pene dentro de mi, entonces mi cogedor me dijo, ayúdame a venirme si? si claro ¿Cómo quieres que me ponga? Por eso me estas cogiendo, no pero necesito motivación, ¿Ha si, y que necesitas? pues me excita mucho ver que mi puta este indefensa, jajajajaja ¿Mas indefensa me quieres? Si quiero que tengas tus ojos vendados, de momento me dio desconfianza mucha desconfianza, pero debo admitir que también me excito tan solos imaginarme, y para terminar pronto con esto accedí a dejarme vendar, ok lo hare le dije, gracias nena de verdad te encantara a ti también, me pusieron una venda y me bajaron al piso de alfombra, me dijo, quiero que de verdad te sientas una perra, vamos a ...

... jugar a que Julio y tu son mis mascotas ok? no entendía mucho, pero deje que se expresara por que ya quería terminar con eso, su amigo el que se había venido llego, y se puso en cuatro a mi lado, nos puso una correa a ambos, y se paro detrás de nosotros, amarro las correas a la base de la cama, y fue por una cola, siiii una cola de perro, que estaba sujeta a un dildo, me introdujo el dildo y así me veía de verdad como una perra, por lo que escuchaba, él se empezó a masturbar, se sentó enfrente de nosotros al borde de la cama, e hizo que aproximáramos nuestras bocas a su pene, Julio lamia sus bolas y yo metía su enorme verga en mi boca, así estuvimos, hasta que Julio se olvido del pene de su amo, y empezó a lamer mis hombros y la espalda, bajaba con su lengua a mis nalgas y mis muslos, también lamia mis pies y de repente metía uno de mis dedos y lo chupaba, y además jadeaba como perro, yo sentía de nuevo riquísimo las lamidas de Julio y seguía mamándole la verga a nuestro amo, él me tomaba de vez en cuando de los cabellos y me decía te gusta ser mi perra? yo le respondía que siii, él me volvía a tomar de los cabellos, y me decía ladra perra, los perros no hablan, y me volvía a preguntar, te gusta mi verga? y yo absorto en el juego, respondía guaauu guaauuu, ¡Como si en realidad fuera una perrita!!! Entonces Julio saco el dildo con la col de perro de mi culo, y empezó a subirse arriba de mi, para penetrarme, yo pare mas mi culo para dejarme coger por que ya estaba calientísima, ...