RING DE FUEGO...: CAPÍTULO 5º ALICE BELL, UNA LUCHADORA CON CARÁCTER
Fecha: 25/07/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: bbmalo, Fuente: RelatosEróticos
CAPÍTULO 5º ALICE BELL, UNA LUCHADORA CON CARÁCTER Miércoles, 14 de septiembre de 2016, son la una menos cuarto del mediodía y vemos a la segunda estrella del espectáculo de lucha libre femenina ambulante de Arthur Bamber entrar hecha una furia en la caravana de éste y encararse con él de muy malas maneras y a voz en grito: ―¿¡ME PUEDE EXPLICAR QUÉ MIERDA ES ESA SOBRE UN COMBATE CONTRA HOLLY BURNETT EN UN RING RODEADO DE FUEGO, SEÑOR BAMBER!? Y LO QUE ME CABREA MÁS TODAVÍA, ¿POR QUÉ COJONES HE SIDO LA ÚLTIMA EN ENTERARME, CUANDO SE SUPONE QUE SOY UNA DE LAS PERSONAS IMPLICADAS E INTERESADAS EN EL ASUNTO? ―H-hola, querida Alice –saluda el orondo empresario, una vez que la segunda mejor luchadora de su trouppe ambulante ha dejado de gritar y parece que se ha calmado lo suficiente como para dejarle hablar, cosa que Bamber hace tras un leve pero sonoro carraspeo―: Primero de todo, deja que te pida disculpas por no haberte contado nada hasta ahora –hace una pausa para alzar la mano derecha al ver que la bella y exuberante luchadora se dispone a decir algo a modo de protesta, y luego sigue hablando en tono por demás comedido y calmado―: Lo cierto es que a mí también me pilló de sorpresa cuando la señorita Burnett me vino con la idea, y al igual que tú también lo consideré poco menos que una locura peligrosa. ―¿¡Ha sido cosa de esa maldita piel roja!? ¡Acabáramos! –Exclama Alice Bell haciendo efusivos aspavientos con ambas manos. Luego, sin embargo, una maliciosa sonrisa comienza a ...
... formarse en sus sensuales labios antes de acercarse al dueño del show de wrestling ambulante y en un dulce y cadencioso susurro decirle al oído al pequeño y rollizo Arthur Bamber: ―De acuerdo, acepto el juego, pero con una condición. ―¿Q-qué condición? –Tartamudea el hombrecillo con evidente temor, pues conoce lo suficiente a la mujer que tiene delante como para saber que lo que está a punto de decir es probable que no le guste un pelo. Temor que se confirma cuando la exuberante y pelirroja Alice Bell ensancha su perversa sonrisa y en tono triunfal dice por fin: ―Los golpes en el combate van a ser reales. Nada de llaves ni de ataques ensayados de antemano; dígale a Holly Burnett que sólo aceptaré el reto si el combate es una pelea de gatas en toda regla, a ver si esa guarra engreída es capaz de soportar un verdadero catfight sin salir corriendo del ring. Dicho lo cual, la bella y opulenta luchadora de larga cabellera pelirroja abandona la roulotte del ahora callado y amedrentado Arthur Bamber, que todo lo que ha sido capaz de hacer mientras ella hablaba ha sido menear la calva y redonda cabezota en efusivos gestos de asentimiento. Ese mismo día, ya de noche, Alice Bell habla con su chica, una bonita joven miembro del grupo de mantenimiento del espectáculo ambulante, mientras hacen el amor de forma tan salvaje como vehemente, usando para ello un consolador de plástico de considerables dimensiones de esos que se sujetan a la cintura. ―¡VAMOS, CARIÑO, CLÁVAME TU GRAN POLLA HASTA ...