1. LA PANDILLA DE VICTOR (8) Mi Amistad con el Peta


    Fecha: 28/07/2019, Categorías: Gays Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues

    ... espatarrandome mientras yo me tocaba el paquete, sobando y tocándome la polla por encima del pantalón corto, muy excitado y morboso por hacer algo prohibido y a escondidas. Acarició mi cara, tocó con sus dedos mis labios y acto seguido me los metió dentro de la boca. Se los chupé, los mamé, y llené de saliva todos ellos, para luego él bajarlos hasta la ingle, meterlos por un lateral de la tela y llegar a la raja de mi culo. Con la mano que le sobraba, la posó en mi cabeza, cerró el puño agarrándome de los pelos y me la fue bajando hacía el glande de su polla. A un centímetro su verga de mi cara, pude aspirar su olor a limpio, a hombre macho, a cipote rompe coños. Sin embargo ahí estaba, esperando mi lengua, queriendo follar mi boca, darse gusto en el rabo con mi boca y disfrutar de una buena mamada. El cabrón está buenísimo de vicio, para chuparle la polla y lo que el quiera, y como quiera. La besé por todo el capullo, lamí cada rincón y cada pliegue de su piel, la metí en la garganta desde el cabezón hasta la base, tocando con mis labios el pubis y sus huevos. Le dí una buena mamada a base de bien, hasta quedarme sin respiración, con aquella tranca metida en la boca, saboreando las gotas de pre-cum que resbalaban mezcladas con mi abundante saliva, que yo degustaba y tragaba por mi garganta. El Peta, ya me había recostado en el banco, poniéndome las piernas juntas y dejándome el culo al aire, con el pantalón bajado hasta las corbas. Quien estuviera mirando, se estaba ...
    ... poniendo las botas conmigo, la raja del culo toda abierta por los dedos del Peta que no se cansaba de metermelos y abrirse camino dentro de mi boquete. Cada vez aumentaba mas la velocidad de su mano, apretando mi cabeza contra su verga, elevaba su pelvis, contrayendo los músculos de las piernas y hundiéndome la cara a tope, cortándome la respiración con esa tranca llenándome la boca. Llegó un momento que me tenía chupándole la polla con la cabeza pegada entre sus piernas, sus manos apoyadas en el asiento del banco y el cuerpo por la parte de las caderas totalmente elevado. Así me tuvo hasta que le dió la gana, sin ningún rechazo por mi parte y complaciendo tanto a su polla como mi boca. Contra el árbol grande que había al lado, me echó el cuerpo dándole la espalda a él y el culo alzado, y con los pantalones cortos por las rodillas. Allí mismo me abrió los cachetes y clavó su pollón en mi boquete, de un solo movimiento. Follaba mi ojete y masturbaba con su mano mi cipote, estaba en el séptimo cielo, gozando de aquella polla, que tantas veces había deseado meterme por cualquiera de mis agujeros. Apretaba fuertemente con sus manos mis muñecas, alzando mis brazos hacía arriba apoyados en el árbol, mientras él embestía empitonandome como un toro salvaje mi pobre y dañado boquete del culo. A punto de correrse sacó la verga de mi ojete, me dió la vuelta hacía él, y tirándome de rodilla al suelo me la metió en la boca. Un caudal de semen inundó mi traquea, resbalando a chorros hasta el ...