1. Un viejo verde en la ventana


    Fecha: 28/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Lesbianas Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Ese día en pleno verano, mi amiga Helena me había invitado a pasar la tarde en su casa, para disfrutar del sol, la piscina, algunos tragos y un poco de sexo entre nosotras; ya que nuestros esposos habían coincidido en ausentarse de la ciudad en esos días…Estábamos ambas tendidas en reposeras, sintiendo el calor del sol en nuestra piel, cuando Helena me dijo por lo bajo, que mirara con disimulo hacia la casa de su vecino.Lo hice y encontré que había un hombre espiándonos escondido desde su ventana. Mi amiga se rió, diciendo que era un viejo verde, que le decía toda clase de groserías cuando se la encontraba caminando por la calle.Por supuesto, Helena siempre provocaba la situación, balanceando sus caderas cuando pasaba cerca del hombre y hasta agachándose frente a él, para que el tipo pudiera verle la tanga por debajo de la pollera…Mi amiga entonces se desprendió la parte superior de su bikini, quedando solamente vestida con un hilo dental que apenas le cubría la vulva depilada y por detrás se perdía entre sus redondos cachetes.Helena sonrió, observando que el hombre ahora tenía sus dos manos fuera de la vista de la ventana. Seguramente se estaba haciendo una buena paja, mientras nos espiaba.Enseguida imité a mi amiga, quedando prácticamente en bolas…Giré para ponerme boca abajo y regalarle al viejo verde un poco de la vista de mi redondo culo en pompa. Me acomodé la tira de tela entre mis nalgas y de paso, me metí un dedo para acariciar suavemente mis labios vaginales.Esa ...
    ... situación de sentirme observada y deseada me había puesto caliente, ya que tenía una leve humedad en mi hambrienta concha…Helena me dijo que entráramos al agua, para sacarnos el calor y la calentura también. Nos tiramos de cabeza y nadamos un poco. Enseguida nos pusimos a jugar entre nosotras, toqueteándonos las tetas y dándonos besos mientras nos acariciábamos…El hombre seguía en la ventana, pero ahora era evidente que se estaba haciendo una paja, ya que se le notaba en los movimientos de sus brazos y en su respiración entrecortada…Fuimos a la parte menos profunda, donde el agua apenas nos llegaba hasta la mitad de los muslos. Nos abrazamos y besamos, mientras Helena me apretaba contra su esbelto cuerpo. Yo le acariciaba el culo, apretándolo entre mis manos, sobando esa piel firme tan excitante.Cuando ya no me aguanté más las ganas, le arranqué esa diminuta tela que apenas cubría su pubis y le pedí que se sentara en el borde de la pileta.La muy turra eligió sentarse justo frente al hombre, totalmente desnuda. Abrió sus largas piernas todo lo que pudo, mostrándole sus labios vaginales dilatados y muy bien depilados.Me acerqué despacio a ella, pero esta vez giré la cabeza para mirar directamente al viejo verde, mientras desprendía mi hilo dental, quedando yo también en bolas…El tipo me sonrió y pude ver que incrementaba el movimiento de sus brazos y manos bajo la ventana.Me incliné sobre Helena, dejando mi culo en pompa, para el disfrute de los ojos ahora desorbitados del viejo ...
«123»