Elena se masturba
Fecha: 28/07/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: Nuklear_kid, Fuente: xHamster
Andaba aburrido. La tarde pasaba lenta en el trabajo. Quería llegar a casa y verme con Elena. Abrazarla, besarla, desnudarla.Pero faltan 3 horas para salir y, maldita sea, el reloj andaba lento. Escribí un whastapp a Elena. A esa hora de la tarde debía seguir en casa pues sus vacaciones terminaban en 4 días y se pasaba el día mirando películas o series en Netflix.―Hola amor, que lástima que estás aburrido.―Las horas pasan lento, amor, quiero salir de aquí pero ya.―Espera, te ayudaré.No pasó ni un minuto para recibir en mi teléfono una foto de Elena desnuda. En medio de la sala, sentada sobre el suelo, con las piernas abiertas, el cabello hacia atrás y el rostro sonriente.Su coñito rosado me hizo temblar. Lo tenía depilado. Sus senos firmes y pezones rosados que tantas veces he devorado me despertaron el deseo de tenerla ante mí y penetrarla salvajemente. Elena tiene pequitas en el nacimiento de sus pechos. Un detalle hermoso que la naturaleza le regaló.―¿Y qué dices, amor? ¿Mejor?―No sabes cómo me estás animando, amor ― respondí.―Estoy desnudita para ti, mi amor. Estoy sobando mis muslos. Estoy tentando acariciar el interior de ellos hasta llegar a mi conchita.―Hazlo, mi amor ― le respondí.Ver a Elena masturbarse es excitante. Pero incentivarla y guiarla desde la distancia mientras se toca es simplemente la gloria. Es uno de nuestros ejercicios favoritos. Lo hacemos cuando sea. Mientras trabajamos, mientras cada uno sale con sus amistades, mientras estamos en el banco o en ...
... el carro.―No sé, amor. Sin ayuda no sé si puedo hacer que mi vaginita chorree los jugos que tanto te gusta saborear.Me encanta que se haga a la disforzada. Nunca se sabe con ella, puede durarle unos instantes o un buen rato. Siempre pone a prueba mi capacidad para excitarla.―Es una lástima que no estés aquí. Mi conchita está preguntando por tu verga y mi culito por tus dedos. Aún me acuerdo de como me cogiste la otra noche. Me penetrabas los dos agujeritos tan deliciosamente que me descoloqué.Ya sabía lo que Elena buscaba. Hacernos pasar un buen tiempo. Ambos ganaríamos. Yo ya tenía la verga dura, formando un bulto difícil de ocultar. Me quedé sentado y empecé a escribirle:―Ve al dormitorio, cariño. Mantente desnuda. Cierra las persianas y que el silencio llene la habitación.―Sí, mi amor. Lo que tú quieras. Tú sabes que me calienta cuando me escribes. Mi cuerpo se guiará de tus órdenes. Ya estoy sintiendo mi conchita mojándose.Me acomodé en la silla, mire a los lados y mis compañeros seguían en lo suyo. Unos jugaban al solitario y otros visitaban facebook. Empecé a escribir:Me imagino a ti, Elena, mi amor, desnuda, tendida en la cama, boca arriba, acariciando el lado izquierdo de tu vientre, yendo furtivamente a tu monte de Venus, con los senos sintiendo la brisa que te endurece los pezones. Me imagino tu otra mano acariciando tu rostro, rozando tus labios, tocando con la yema de un dedo tu clítoris, abriendo lentamente tus piernas, acariciándote el cuello, cerrando los ojos, ...