1. Pastor de Adolescentes I: Introducción


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Gays Autor: elgoot, Fuente: SexoSinTabues

    Soy Ferdinando y vivo en Monterrey, México. Estoy casado y tengo dos hijos. Con ellos soy el mejor padre del mundo y un excelente pastor, pero cuando estoy fuera, siempre busco sexo y quiero follarme todo lo que se cruce con mi pene. Hay dos cosas en la vida que son importantes para mí, una siendo el sexo y la otra el gimnasio. Me encanta hacer ejercicio y sentirme vigorizado, porque mantiene mi cuerpo y mi mente en forma. El sexo es como el aire, mi verga siempre está dura y mi mente se acelera con cachondez sin parar, tal como me gusta. He sido Pastor de Adolescentes para la iglesia local por siete años, y me gusta. No siento que sea un llamado y empecé a pastorear ya que era lo que se esperaba de mí. En el seminario aprendí que la iglesia no es todo lo buena que pretende ser. Quizá estoy cansado, pero es mi vida. Aunque mi corazón esté más dedicado a mi otra vida que a esto. Soy Ferdinando del Valle todos me dicen Fer y mi familia Ferdi. Vivo en Monterrey, México. Estoy casado y tengo dos hijos. Con ellos soy el mejor padre del mundo y un excelente pastor, pero cuando estoy fuera, siempre busco sexo y quiero follarme todo lo que se cruce con mi pene. Me encanta mi cuerpo, siempre he ido al gimnasio y estoy marcado como un adonis, depilado siempre y mi mejor atributo es mi verga de veinte centímetros de largo y 15 de circunferencia con dos huevos grandes que cuelgan mucho y cuando me tengo que correr, lo hago a galones. Ser un Pastor de Jóvenes no es pura diversión, tengo ...
    ... que organizar y planear actividades, ser mentor y consejero para ellos. Pero tiene sus beneficios, ¡hay demasiados chicos cachondos que necesitan un palo grande insertado en sus agujeritos! Esta es la introducción a mi historia, espero que sea de su agrado. ---------- “¡Cógeme, pastor! ¡Cógeme duro!” me pedía el chico. Ante mí tenía a uno de los chicos de once años más calientes de mi congregación juvenil. Alan estaba desnudo y chorreando de la comida de culo que le había dado. Su piel suave y lampiña me llamó cuando levanté sus piernas del sofá. “¿Crees que te caben mis 20 centímetros sin que llores? Si lloras, ¡te cogeré más duro!” Alan asintió y con un fuerte empujón metí toda mi verga en el putito. Cubrí su mano para callar sus gritos mientras mi pene follaba su anito tierno. Sus ojos se llenaron de lágrimas que solo me hacían follarlo más fuerte y mostrarle que iba a experimentar todo mi poder y mi hombría. “Te encanta la verga, putito.” Le dije. Alan solo gemía y gemía al sentir mi verga en sus entrañas. Su culito estaba rojo y apretaba mi verga con cada embestida. Metía más y más adentro de él, haciéndolo tambalear en mi palo. “¡Oh, dios, Pastor! ¡Diooooooooos!” gritó mi joven amante. “Sí, Alan, me encanta cuando me dices Pastor.” Me puse muy cachondo y lo follé con más fuerza que el chico batallaba para mantener sus piernas en el aire. Me acerqué y besé sus labios para saborear su boca mientras mi falo entraba hasta lo más profundo de su ser. Las partecitas de Alan ...
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