A mi prima se la arrimo
Fecha: 01/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
... darme dos besos me dijo al oído: Hasta pronto primo, lo he pasado muy bien. Llegó Agosto y nos fuimos de camping, mis padres, mis tíos, y claro, mi prima. Nos llevamos tiendas de campaña y dormimos todos en ellas. Mis padres y tíos en las suyas y mi prima y yo llevábamos las nuestras. Una tarde una cigarra no me dejaba dormir. Voy a la tienda de mis padres donde tengo una botella de agua y me los encuentro follando como conejos en celo. Salgo de allí por patas y voy a la tienda de mis tíos, que también están follando. Así que me voy a la piscina donde está mi primita tomando el sol. -¿Tu tampoco puedes dormir la siesta? Me pregunta. Yo con este calor no puedo dormir y mis padres se han puesto a follar y me he venido aquí. -Los míos también estaban haciéndolo -Vaya hombre, entonces somos los únicos que no lo están haciendo. ¿Te apetecería hacerlo con tu prima? ¿Qué dices? Puse una cara rara. -¿No me digas que eres virgen? -¿Virgen yo? No, que va. -Si tienes una cara de virgen que no puedes ocultar. -¿Y tu qué? Tu también lo eres. -¿Yo? No, hace 3 meses lo hice con un compi de natación. Ya no soy virgen. Me quedé mirándola con cara de asombro. ¿En serio quería hacerlo con su primo? Realmente no era incesto como tal, los primos se podían casar. -¿A que esperas? -Vale, le dije, vamos a hacerlo. -Claro, yo llevaré la iniciativa, no te preocupes. Se levantó y me dijo: espera un momento. Volvió con un preservativo que se guardó en el bolsillo de su pantalón corto. -Se lo he robado a ...
... mis padres, me dijo picara. -¿Y qué hacemos? ¿No querrás que lo hagamos aquí? -No tonto, lo tengo previsto. Vamos a la caseta donde guardan todo el material de limpieza y demás cosas. A estas horas nadie estará allí. No es hora de que trabaje nadie del camping y la gente está durmiendo la siesta. Me cogió la mano, como en la piscina y me llevó a la caseta al otro lado del camping. La caseta no estaba cerrada. Eso quería decir que no creían que nadie entrara a robar allí, o eran muy confiados. Esther entró primero y se aseguró de que no hubiera nadie. Me hizo un gesto para que entrara. -Todo despejado primo. Yo entré y la seguí hasta el fondo de la caseta. Allí se sentó en el suelo y yo la imité. -Ahora quítate la camiseta, me dijo. Yo obedecí un poco nervioso. Ella se quitó la camiseta y se quedó en sujetador. Yo me ruboricé. -No seas tímido, volvió a decirme, y se quitó el sujetador mostrándome sus pechos, eran normales, ni muy grandes, ni muy pequeños con unos pezones redondítos, muy sensuales. -Anda tócalos. Yo se los toqué y acaricié sus pezones. -Ahora chúpamelos. Obedecí. -Despacio, hazlo lento. Ella empezó a gemir. Uf, uf, uf. Cuando paré, ella chupó mis pezones igual. Yo estaba muy excitado y mi pene empezaba a enderezarse haciendo que mi pantalón creciera. -Ahora fuera todo, ordenó. Nos desnudamos los dos y ella contempló mi pene erecto, apuntando alto. Me lo acarició y masturbó un poco. -Ahora tu, mira, te diré como. Se abrió sus labios, llevaba el coño depilado, y ...