Sueño realizado.
Fecha: 09/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... ostensiblemente sus tetas debajo de la blusa,me pusieron de manifiesto que algo había cambiado en ella hacia mi. Yo le gaste una broma picantona, refiriéndome a que tenía que comprar una talla mayor de sujetador, porque parecía que el que llevaba puesto iba a reventar, lo que hizo que aún se ruborizase más. "Luis, no me digas esas cosas" yo le conteste muy serio que le diría esas cosas y muchas cosas más que llevaba guardándome desde niño, lo que ya la dejo completamente desarmada. Se sentó en el sofá, fui por unas cervezas y me senté junto a ella. "Laura, sabes que desde niño me he sentido atraído ir ti, has sido siempre tan guapa, tan buena hermana. que cada día, cada mes, cada año que han ido pasando has ido constituyendo te en una obsesión para mi" Me aproxime a ella y pase mi brazo sobre sus hombros, a lo que ella respondió recostandose sobre mi, toda ella como desmadejada. Sólo unos segundos después la bese en la mejilla, ella se envaro, pero al instante se volvió a mi y me beso fugazmente en los labios. "Luis, yo te deseo también con toda mi alma, pero por respeto a mi marido y a tu mujer, esto no puede pasar a mayores". ¡No puede pasar a mayores! Y un instante después estábamos besándonos como dos locos, besos largos, profundos, jugando con nuestras lenguas en la boca del otro, como si la vida fuera a acabarse en esos momentos. Pero no se acabo. Le desabroche un sólo botón de su blusa, y le bese el cuello y el comienzo del pecho. Ella no se cortó, de eso nada, se ...
... desabrocho los demás botones, se quitó la blusa y se quedo en sujetador. Le acaricie sus hermosas tetas, obteniendo sus primeros gemidos de placer y deseo. Cuando le quite el broche del sujetador, dos hermosos pechos aparecieron ante mi en todo su esplendor, totalmente erectas, con dos pezones rosáceos enormes, fruto de la excitación que sentía, a los que acaricié con los dedos humedecidos por su propia saliva, que habia llenado mis dedos cuando los introduje en su boca y ella los chupo con fruición. Esos pezones eran una invitación a ser besados, lamidos, mordidos suavemente. Todo ello lo hice con mucho cariño, alimentado durante tantos años. mientras sus suspiros y gemidos acariciaban mis oídos y sus labios recorrían mi cara, el lóbulo de mis orejas y hasta donde alcanzaba de mi cuello mientras yo chupaba de sus sabrosas tetas. Me quitó mi camiseta y empezó su turno, chupandome mis pezones, acariciando mi pecho y proporcionandome el placer largamente soñado. "Luis. que nos volvemos locos". ¡Bendita locura! Dejamos el sofá y nos fuimos al dormitorio de invitados, y apenas hice el gesto de abrirle el botón de su pantalón, ella lo hizo de inmediato, bajo la cremallera, se descalzó y se quitó ir completó el pantalón, quedando en el tanguita que mostraba la redondez de su culo perfecto. No bien hubo acabado cuando se lanzó a quitarme el mío, y cuando vio el enorme bulto que había bajo mi bóxer, me lo bajo de un tirón, mientras empezó a acariciar mis 16 cm de polla, que de inmediato ...