1. El jardinero en el patio trasero


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... pareció que había abandonado toda resistencia y ahora se entregaba para que ese viejo la cogiera a su antojo.De pronto Ramón sacó su enorme verga de esa hermosa concha y se deslizó suavemente por la raja de mi esposa. Me imaginé lo peor; ese tipo la iba a destrozar a mi delicada Ana si intentaba metérsela por el culo.Con un poco de juego previo, mucha saliva y bastante paciencia, el hombre fue finalmente capaz de deslizar su gruesa pija entre los cachetes de Ana; haciendo que ella comenzara a gemir, gruñir y a gritar con más volumen al sentir esa verga invadiendo su ano, pero sin resistirse demasiado.Ramón deslizó su mano por delante y sus dedos comenzaron a jugar con los labios vaginales de mi excitada esposa, que ahora parecía muy deseosa de ser cogida. Su expresión facial de puro placer la delataba; se notaba que quería más y más…Anita comenzó a gruñir, emitiendo sonidos que yo nunca le había escuchado decir.Ahora ella giraba sus caderas al ritmo de la verga del mexicano, sus redondas tetas y sus cabellos flotaban en el aire; doblando sus rodillas y exhalando suaves gemidos mientras ese hombre la sodomizaba sin darle respiro ni demostrar cansancio…De repente el hombre deslizó su verga fuera del culo de mi esposa. Ella giró sobre sus pies y cayó de rodillas, tratando de recuperar la respiración, mientras el jardinero se sentaba en una silla con una expresión de triunfo en sus ojos.Entonces al ver que él se levantaba otra vez, cambié mi ubicación, yendo al borde de las ...
    ... escaleras internas. Ramón tomó a mi esposa por los cabellos y sin decir una palabra, la arrastró dentro de la casa, hasta el comedor.Pude apreciar el estado de Anita desde cerca. Tenía la cabeza gacha, mirando hacia el suelo. Sus cabellos estaban en un desorden salvaje y sexy. El semen de Ramón se deslizaba entre sus muslos. Parecía derrotada, mientras el mexicano la atraía hacia su cuerpo tomándola por las caderas. Mi bella mujer ahora era un juguete en manos de ese tipo. Se agachó frente a ella y la obligó a separar otra vez sus muslos. Nuevamente enterró su cabeza en el delicado pubis de Ana, haciendo que ella gimiera y se quejara con un gesto de sorpresa.Después de varios minutos de sentir su concha bien tratada por la lengua de Ramón, mi esposa comenzó a notarse más activa, moviendo sus rodillas al encuentro de la boca de su amante.De repente ella se echó hacia atrás y cayó de espaldas sobre el sofá. Allí abrió sus piernas al máximo y dejó que Ramón volviera a invadir su vagina a lengüetazos…Unos segundos después pude ver que aullaba como una perra, mientras acababa.Entonces Ramón se incorporó y le dio un par de cachetadas en la cara, llamándola “puta”. Le dijo que nunca había cogido una perra tan caliente como ella. Luego le ordenó que subiera a nuestra habitación y que regresara vestida con algo sexy.Ana lo miró a los ojos y le pidió que ya había sido suficiente; que la dejara en paz.Pero Ramón largó una carcajada y zambulló sus dedos dentro de la dilatada vagina de mi ...