1. LA PEQUEÑA DIOSA DEL SEXO, TERCERA PARTE


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Hetero Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues

    ... _”No me importa… uhm,uhm,uhm… ¿sabes lo que voy a hacer si nos pilla?. . . . nnn, nnn, ñññ… la voy a agarrar y la voy a revolcar en el piso como la puta barata que es… ¿te gustaría ver eso, eh?. . . ¿si verdad?. . . mmññññfffff”, me provocó y me mordió el labio inferior con tal fuerza que me hizo llorar de dolor. _”No… aaaayyyyy …. detente… aquí no… te lo ruego, para…”, le supliqué púsilanamamente. _”¿Quieres que pare?. . . NNNOOOOO,… recién estoy empezando contigo… ya te lo dije, te haré sufrir… me las vas a pagar jí,jí. jí”, rió con un tono entre infantil e infernal. Y me gustaba eso, me tenía súper caliente, jamás me habían hecho algo así, tenerme vulnerable, débil, sumiso, excitado, sentirme deseado en mi hombría… y me encantó. La amaba, amaba a ésta niñita-putita de 10 años. Después de varios minutos de montarme lentamente, creí que Hilda terminaría la tortura pero, tal como dijo ella, recién estaba empezando. Sorpresivamente, se desmontó y se paró frente a mí: desnuda, el cuerpo perlado de sudor, jadeante, una mano en la cintura, apoyando el peso del cuerpo en un pie, la sonrisa torcida, la actitud arrogante… perfecta, sencillamente divina. Me dió la espalda y se sentó sobre mí, sin penetrarse, se echó hacia abajo, apoyó sus manos en el piso y comenzó a mover su culo, haciéndome un twerking frenético… oh Dios, era tan morboso ver cómo tensaba los músculos de sus muslos y le rebotaban las nalgas gordas y firmes y, para rematar el acto, con una manito, acomodó mi glande ...
    ... en la entrada de su conchita y, se penetró, haciendo el twerking dentro de ella, revolcándome su culo como una enferma. Esta vez, mucho tuve que sudar para no eyacular pues, ya imaginaran las sensaciones que te provoca cuando una estrecha vaginita te atrapa y te retuerce todo el glande, estrujándolo sin piedad. Una vez terminado el twerking, no me dejó descansar ni un segundo y volvió a montarme. Se penetró sin mucha dificultad y volvió a bombearme lento. Usando la fuerza de sus piernas, se acuclillaba sobre mi regazo, me apretaba las esposas y subía hasta la punta del glande, paraba un segundo y bajaba lento y rico hasta tocar la base de mi pene, una y otra vez, mirándome directo a los ojos, a ratos besándome con rabia, a ratos, besándome románticamente, a ratos lamiendo babosamente mi boca y cara. Tres veces se salió por completo, se levantó irguiéndose como una cobra hipnotizante, me plantaba su conchita a la altura de mi boca, me agarraba del pelo y, violentamente, me refregaba la cabeza en su entrepierna, revolcando su culo en círculos, cosa que yo aprovechaba para lamer, chupar y penetrarla con mi lengua. _”Eso … así …come rico mi conchita … MMMHHHFFF … SÍ, MÉTEME LA LENGUA BIEN ADENTRO,… UUUGGHHHH… ESO, REVUÉLCALA MAS FUERTE”, me susurraba jadeando para después, volver a sentarse sobre mí y comenzar el bombeo, ésta vez con un ritmo mas rápido, mas fuerte, mas regular. No les cuento como me dolía la verga. Mis pelotas estaban llenas, el conducto de la uretra estaba a ...
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