Mi primera vez: Follado por un hombre... y mi mujer
Fecha: 08/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: copiapoto, Fuente: SexoSinTabues
La placentera, pero dura primera incursión en el sexo anal. (100% real) Hola, mi nombre es Edu y soy de Chile. Este es mi primer relato. y el desahogo necesario después de años sin tener a quien confiar el recuerdo que cargo sobre mi espalda. Corría el mes de julio de 2013 cuando, a punto de cumplir los 30 años, sentí por primera vez la inquietud de tener sexo con un hombre. La verdad es que en toda mi vida jamás se me había pasado por la cabeza, sin embargo de un día para otro comencé a fantasear y desear probar el sabor de un pene; quería sentir su sabor y conocer el placer de ser poseído por un tipo dominante, que hiciera conmigo lo que quisiera. Quería dejarme llevar por el deseo de un macho que me penetrara como le diera la gana, sin preguntar siquiera si me gustaba o no. ser su objeto de deseo y la razón por la que cayera rendido tras acabar. Así de intensas eran mis fantasías, pensaba en eso todo el día; en el trabajo, en casa, en la calle e incluso cuando hacía el amor con mi esposa. si, soy casado. Debido a estos deseos mi vida afectiva y sexual con mi mujer fue empeorando, durante meses peleamos de manera progresiva, al mismo tiempo que mi cabeza no hacía más que querer refugiarse en los brazos de un hombre que me contuviera y cogiera a su placer. Después de dos meses y semanas de meditarlo -prácticamente 24 horas al día- me decidí, tomé el computador y escribí "chat gay" en el buscador de Google. Luego de navegar en varios portales di con una sala de chat que me ...
... pareció confiable, ingresé y quedé de acuerdo de verme con un tipo que pasaría a buscarme para ir a un motel. Efectivamente, llegada la hora acordada, él apareció, yo subí a su auto y sin decir una sola palabra nos dirigimos al lugar donde probaría el primer pene de mi vida. Inmediatamente entramos a la habitación él me tomó por la espalda y agarró mi culo, cinco segundos después de eso desabrochó mi cinturón, bajó mi pantalón e introdujo su lengua en mi ano, al tiempo que separaba mis nalgas con las dos manos. No pasó mucho rato para que me tuviera con el pantalón hasta los tobillos y el torso sobre la cama, sólo con el objeto de lamer mi culo levantado y abierto. Era una sensación mágica, nunca había sentido ese placer en mi vida. No sentía vergüenza ni miedo, estaba entregado y a merced de los antojos de mi amante. en ese momento él era dueño de hacer lo que quisiera, sin riesgo de recibir resistencia alguna. esa noche mi culo era suyo. De esa forma pasaron dos horas durante las cuales me metió su pene de todas las maneras que quiso. Primero, justo después de lamer mi culo al borde de la cama, puso su pene en la entrada de mi culo, en la misma posición que acababa de comerme la cola. Ahí estaba mi ano húmedo y deseoso, valiente y dispuesto a soportar cualquier dolor, por intenso que este fuera, con tal de dejar de soñar con ser penetrado y experimentar por fin las sensaciones que la carne de un macho le podía brindar. Yo estaba casi en cuatro patas, expuesto lo suficiente ...