Una vieja con marcha 3 - Relatos Eróticos

Una vieja con marcha 3

Esa mujer madura, hasta se puede decir vieja, es mas fogosa y da mas placer que muchas mujeres jóvenes. Maruja estaba sentada, con sus piernas recogidas debajo de su cuerpo, su cabeza apoyada contra mi pecho, "sabes que me gustaría que un día fueras a casa, me gustaría cogerte en la cama, no así, en el sillón", le decía, pasando mi mano por su espalda desnuda, hasta sus nalgas, "y a mi cariño, pero que hago con mi esposo?", me dijo mirando mi cara, con sus ojos dulces, "te gusta follar conmigo, no te importa que sea una vieja?", me decía, pasando su mano por mi pija, "para nada, me encanta cogerte, por que no caminas toda desnudita para mi, a ver como tonteas y me provocas?", le dije, dejando de abrazarla. Maruja me miró sonriente, se puso de pie y así desnuda como estaba, empezó a caminar, contorneando su cuerpo, dejando que le vea todo su cuerpo, completamente desnuda, se levantaba las tetas y ella misma se chupaba los pezones, siempre con mucha sensualidad, se estiraba los pelos de la concha, abriendo un poco sus piernas y metiendo un dedo para después chuparlo como si fuera una pija, seguía caminando, se puso de espalda, se agacho y se abrió sus nalgas dejando que le vea su ojete abierto, moviendo el culo, así agachada como estaba, se dio dos buenas palmadas en las nalgas que en seguida se pusieron rojas, "quieres verme así, completamente desnuda, te gusta?", me decía volviendo a chupar sus tetas, la acerqué a mi, le hice abrir sus piernas y mientras Maruja se chupaba sus ...

... tetas, yo le empecé a meter dos dedos en su concha, haciendo que gima de placer, cerrando sus ojos. Le empecé a besar la barriga, se la mordía, mis dedos se movían mas fuerte dentro de su concha y ella no dejaba de chupar sus tetas, "date la vuelta, déjame jugar con tu culo", le dije, a lo que ella se acostó sobre mis piernas quedando con su culo para arriba, mientras yo la agarraba con una mano de su cuerpo para que no se caiga, ella con sus manos intentaba abrir sus nalgas. Yo le metí dos dedos en su boca, "mojalos bien de saliva que te los voy a meter por el ojete", le dije, metiendo dos de mis dedos en su boca, que los empezó a lamer y mojarlos bien de saliva, se los ubico contra su ojete y despacio se los fui metiendo, escuchando como disfrutaba a medida que mis dedos le entraban en el culo, como movía su culo para los costados, hasta que se los metí bien adentro, "que rico culo, como me gusta tu culo", le decía moviendo mis dedos bien adentro de su culo, "me alegro cariño que te guste mi culo, pero en vez de tus dedos prefiero que metas tu polla", me decía, dejando que siga con mis dedos en su culo, "así, que te gusta mi pija?, donde la querés tener, pedime, decime por donde quieres que te coja", le decía, sin dejar de jugar con su ojete, y notado como mi pija se ponía dura de nuevo, "si cariño, tu polla me encanta, y sabes bien que me gusta que la metas en todos lados, en mi culo, en mi coño, en mi boca, que me folles por todos lados, deja que me ponga bien", me dijo, ...