1. Las consecuencias de ser infiel (Parte 2)


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Infidelidad Sexo con Maduras Autor: Erospopuli, Fuente: CuentoRelatos

    ... insospechados de placer, finalmente descargué mi lefa en su culo y quedamos los dos tendidos uno encima de otro agotados por la experiencia. Poco a poco se fue recuperando y después de unos momentos me la volvió a chupar y me metió la lengua el culo, cosa que me puso a cien. - ¿Qué es lo que más le gusta a mi señorito? -dijo sacando su carita de mis glúteos. Yo la susurré bajito y un poco cortado que me chupara allí, ella entonces me dijo más fuerte: - Así que al señorito le gusta que le chupen el ojete, sinvergüenza. Voy a mamar suavecito tu pozo chocolatero y luego te voy a follar el trasero con mis dedos hasta que me llenes la boquita con toda tu leche... Dicho y hecho. Me siguió lamiendo la polla y follándome el ojete con los dedos hasta que de pronto se paró y me dijo que me tenía guardado un regalo especial. Yo estaba fuera de mí cuando ella me miró con cara de guarrilla y sacó del cajón de su mesilla unas esposas de policía, y me dijo que si quería seguir jugando seria bajo sus reglas. Yo ciego perdido de deseo y de vicio me tiré al ruedo y dije que de acuerdo. Ella cogió las esposas y pasándolas por uno de los barrotes de la cama me ato. Entonces cuando yo creía que iba a llegar el cielo, llegó el infierno. Se bajó de la cama y se fue de allí. Al momento se abrió la puerta y allí estaban mi mujer y el negrata. Yo no sabía que decir, salvo que comprendí que aquello era una encerrona. El negro se desnudó y dejó al descubierto un rabo descomunal, que le llegaba hasta ...
    ... casi la rodilla. Parecía la manguera de un bombero, pero negra y llena de nervios y venas. Mi mujer y la negrita se amorraron a ella y la besaron y adoraron como si fuera un dios fálico, y aquel monstruo descomunal todavía creció más y mas. Después le untaron el rabo de crema y mientras mi mujer cogía una cámara de vídeo, el negro y la negrita me ataron los pies a la cama quedando boca abajo con las piernas abiertas. Yo suplicaba a mi mujercita desconsolado, sobre todo cuando los negros me varios cojines debajo para que se me levantara el culo y mi ojete quedara indefenso ante lo que intuí que se avecinaba de manera ineludible. La intuición se convirtió en certeza absoluta cuando ellas a dúo comenzaron a ponerme crema en el ano, metiendo salvajemente los dedos en él. Después mi mujer sacó un consolador del cajón y me dijo que era para que fuera haciendo boca, y mientras la negrita seguía con el vídeo, se puso a metérmelo por el ojete mientras decía: - Llama ahora a esa guarra de Puri. Me estaba devolviendo mi primer polvo bestial con ella. Entonces cuando ella consideró que mi culo estaba bastante dilatado se fue con la negrita que había colocado la cámara de vídeo sobre un trípode, y le comió el coño lleno de sus caldos y de su marido y mío, mientras el negro que estaba a cien por la chupada de antes, mas por el espectáculo que aquellas zorras le estaban dando, pasó a la acción, es decir empezó a meterse en mi culo. - Hay que abrir ese agujero como si fuera un pozo... no sabes ...
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