1. El nene 2 FINAL


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... deben coger entre ellos sino que tienen que coger a las mujeres, si? -Si -Sabés que a los que nos gusta hacer esto, nos dicen "putos", si? -Si Y que si alguien se entera, tu mamá, tu papá, tu hermano, tu abuela, se van a poner muy tristes porque a nadie le gusta que su hijo, su hermano, su nieto, sea puto. Si? -Si Y que inclusive si tus amigos se enteran te van a empezar a decir "puto" en la escuela, en el barrio en todos lados, si? -Si Damián estaba cada vez más serio y pensativo Además Dami, una cosa es coger con tus amiguitos y otra es hacerlo con gente grande. La gente grande puede ser jodida, te puede lastimar, te puede hacer sangrar, te puede llevar lejos de tu casa, te puede engañar y llevarte a un lugar donde te cojan muchos tipos y te contagien enfermedades. Dami, coger cuando uno es chico, es un juego peligroso y no es un juego que se juegue con grandes, si te gusta la pija es al pedo que te diga que no cojas, pero por favor, nunca, nunca, nunca, te dejes coger por gente grande, ni desconocidos ni conocidos. Ningún grande te tiene que siquiera tocar, porque no sabés cuando te van a lastimar y hacer llorar. Dami con la cabeza gacha y ojos húmedos me miraba. Me vas a hacer caso Dami? -Si, Charly, seguro -En serio? -Si, en serio. -Dame un abrazo! Nos abrazamos con toda la fuerza de nuestros brazos. Esa fue la última vez que toqué a Damiancito y la última vez que Damiancito me insinuó algo. Siguió siendo una visita cuasi diaria en casa pero nunca más hubo entre ...
    ... nosotros la menor provocación sexual. Ni siquiera las veces que volvió Martín a pasar unos días. Además a Martín no le quedaban ganas de cogerse a nadie después de las revolcadas que nos dábamos cada noche. Pero el tiempo pasa y los chicos crecen. Damián llegó a la pubertad, desarrolló una voz tremendamente varonil, y de los 12 a los 14 terminó convertido en un bellísimo joven de más de 1.75 de alto, espalda ancha, bien itálica, que no se afinaba en esas pequeñas caderas que dan torsos triangulares y culitos angostitos, sino que seguía con un cuerpo macizo y un culo que para qué te cuento. La revolución hormonal había borrado sus gestos y formas afeminadas y seguro que más de una pendeja se meaba de sólo verlo. Con la pubertad llegaron los amigos nuevos, la nueva vida social, las chicas, la secundaria, y de a poco la presencia de Damian en casa fue disminuyendo, si bien conservábamos la química que tuvimos siempre, apenas si nos encontrábamos alguna vez en la calle y charlábamos 5 minutos, de la escuela, de sus nuevos amigos y de lo que iba a hacer el fin de semana. Además, entre el trabajo y la universidad, yo tampoco estaba casi nunca en casa. La vida siguió su curso, Juan, mi Juan, ya estaba haciendo preparativos para su casamiento, Martín tenía una nena y vivía en casa de los suegros con su mujer; y mis amigos hetero, ni hablar, también casados o noviando. Yo, con mis 24, sin mujeres a la vista, me iba de a poco quedando solo, por lo que los fines de semana siempre los pasaba en ...
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