El nene 2 FINAL
Fecha: 14/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... empujón. Entró todo el glande, con bastante facilidad por cierto. Por las dudas me detuve. -Te duele Dami?, -si, -te la saco?, -no. Di otro empujón bien cortito y otro pedacito de mi pija le entró. Dami profirió un "ay" bastante fuerte. Esta vez no hubo cagazo. -Esperá que te lubrico. Fui a buscar la "cajita feliz" que conservaba desde tiempos de Juan, bien escondida, a prueba de curiosos, donde guardábamos nuestras "cositas". Saqué la vaselina. Me unté bien la pija y con el dedo le metí algo de vaselina dentro. Le apoyé el glande en el centro del asterisquito y comencé a penetrarlo, gracias a la vaselina la pija se deslizó hacia adentro con facilidad y en segundos toda mi pija estaba dentro suyo, le dolió, pero todo fue tan rápido que el "ay, cómo arde!" llegó cuando ya estaba completamente empernado. Mi gozo era total, al fin Damián era mío, al fin estaba dentro de su bello cuerpo, al fin iba a darle mi ritual descarga de semen, al fin iba a terminar lo que habíamos comenzado seis años atrás, esta vez no se la iba a sacar. -Sos mío Dami, al fin sos mío, putito! - Si Charly, al fin tengo tu verga adentro, no sabés cuanto la deseaba, cogeme Charly, cogeme por favor! Lo que siguió fue una culiada animal, mi desesperación y mi calentura acumulada por esos seis años de recordar lo que no fue eran tremendas. Con cada metida mi pubis se estrellaba en sus nalgas y a pesar de la fuerza con que lo sostenía de la cadera, su cuerpo se iba para delante y su pija bamboleaba como barco ...
... en tormenta, con cada sacada casi total de mi verga, me regalaba un ahhh. Se la clavaba en todos los ángulos, se la revolvía, quería romperle el culo, partirlo en cuatro. Dami aguantaba, el también hacía seis años que deseaba mi verga, y se la estaba al fin comiendo. Miraba hacia atrás para ver mi cara y mis movimientos y se mordía los labios en silencio. Se la saqué, acomodé las dos sillas y lo hice acostar sobre las sillas boca arriba, le levanté las piernas y se la clavé sin piedad, su orto ya estaba más que abierto pero la fuerza de la culeada y el poco uso reciente de su culito lo habían irritado un poco. Me miró suplicándome que fuera más despacio porque le estaba ardiendo. Paré, fui de nuevo a la cajita feliz y busqué el analgésico. Me puse en las manos vaselina y le puse apenas una gotita del analgésico, lo lubrique bien a fondo y abundantemente y se la volví a meter. Ahora sí, su cara recobró la felicidad y yo mi animalidad. Mi pija entraba más profundamente y ahora él la veía y la podía tocar y eso lo excitaba y lo enloquecía, me tocaba la verga, apoyaba sus dedos a los costados de su ano para sentir cómo le entraba, se manoseaba la herramienta que estaba dura y mojada, comenzó a quejarse más y más, hasta que de su pijita salió un tremendo chorro de leche con una fuerza que yo jamás había visto y nos enchastró a ambos, los estertores posteriores fueron increíbles también, dignos de esos huevos gigantes que tenía. Damián me miraba entre divertido y avergonzado, mi ...