de maestra a aprendiz
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: RoOSs, Fuente: xHamster
... papi”.A continuación, la penetré y empezó a venirse nuevamente, aunque ella seguía llevando el ritmo por la posición, luego se enderezó y me soltó mis brazos, pudiéndole ahora acariciar y lamer sus pechos hasta que de pronto, ella apretó las piernas y las nalgas en señal de otro orgasmo, mientras exclamaba “¡qué rico!”. Después de un rato, me dijo “ya me cansé” y se dejó caer encima de mí, diciéndole “oye, si apenas vamos empezando”, enseguida se me quedó viendo y exclamó “¿cómo?, no inventes, ¿cómo crees?”; en ese momento, me pareció un poco extraño y le contesté “sí, chiquita, ¿crees que me la vas a dejar así nada más?”.Luego, la recosté de lado, acomodándome en tijera y la empecé a penetrar y me dijo nuevamente “no inventes, me vengo otra vez” y empezó a gemir y a echar un grito muy característico, que a mí en lo particular me encanta oír. Cuando empecé a bombearla con más fuerza, sólo me decía “¡qué rico, papi!, así, aaahhh” y otra vez, ese orgasmo generó un torrente de líquido; el sentir como se mojaba era una experiencia deliciosa y seguimos un rato en esa posición, después la acomode boca abajo, usando unas almohadas para que se acomodara mejor. Ya que la empecé a penetrar, ella sólo gemía y gritaba “aaahhh, sssííí, yyyaaa, no, sigue, ¡aaayyy, qué ricooo!” mientras la embestía más fuerte hasta que nuevamente se vino y de ...
... pronto, me dijo “espera, me va a dar un calambre”.Al instante, me detuve y le pregunté “¿qué pasa?”, me contestó “es que nunca lo había hecho con alguien más que no fuera mi esposo y me gusto lo que sentí pero tengo nervios”; obvio, me saqué un poco de balance y la cuestioné “¿nunca lo has hecho con nadie más?”, me respondió “no, nunca, cómo crees”. Luego, le insistí “¿y te gusta o te gustó?” y me comentó “es que nunca había sentido así de rico y tantas veces”, reiterándole “¿cómo si estuviste casada 15 años, no?, ¿qué nunca lo hacían?”, me contestó “sí lo hacíamos pero mi esposo nunca duró más de cinco o 10 minutos y nunca me mojó tanto”.Para mí, escuchar eso fue un detonante para volver a penetrarla, colocándola otra vez boca abajo y en cada embestida, la dejaba con mi verga hasta al fondo, ella sólo paraba sus nalguitas y me decía “¡qué rico, papi!, sigue, ¡qué rico!, así, aaahhh”. Estaba tan caliente que quise que me hiciera sexo oral en algún momento pero nunca lo había hecho y en ese momento, no quiso y para que no amainara la cosa, no insistí pero seguimos cogiendo como una hora, más o menos. Una vez que nos cansamos y que por fin me vine, me dijo “haz de mí lo que quieras pero hazme venir así de rico”, naturalmente le tomé la palabra y poco a poco la hice aprender más de lo que no sabía pero eso lo relataré en otro momento.