Diario de un putito (2)
Fecha: 18/08/2019,
Categorías:
Gays
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... mi vientre la prometedora dureza de su verga… -Qué provocativo te viniste, nene… Linda ropìta… -dijo después de un beso largo y apasionado… -Es que quiero gustarle cada vez más, señor Roque… -dije con un ronroneo… Él me tomó de una mano y prácticamente me arrastró por el living… -No perdamos tiempo, Jorgito… ¡Me tenés muy caliente!... –dijo mientras atravesábamos ese ambiente donde había una mesa principal con seis sillas a su alrededor, una mesa ratona ante un sofá ubicado contra una de las paredes, varios cuadros y una cortina de gasa blanca cubriendo el gran ventanal que daba al balcón… Una vez en el dormitorio, tan espacioso como el living, comenzó a desvestirse muy apurado: -Desnudate, Jorgito… -me ordenó y entonces me quité la ropa tan apresuradamente como él… En ese momento mis sensaciones de ansiedad, miedo y deseo se acentuaron y comencé a respirar fuerte con la boca bien abierta para que el aire llegara a los pulmones… Por fin estuvimos los dos desnudos y nos miramos… A mí me dio mucho morbo su piel lechosa, sus carnes flácidas, su pelambre grisácea y abundante en el pecho… Un típico viejo de ésos que me calientan tanto… ¡Y qué delicia su verga a media asta hasta ese momento!, pero ya bien gorda y que yo me encargaría de poner dura y lista para entrar en acción… Él hizo que girara despacio sobre mis pies y cuando volví a quedar de frente me dijo con la voz algo enronquecida: -Qué cuerpo tenés, Jorgito… ¡Qué culito!... Esa cinturita… Esas caderas… ¡Esas piernas!... ...
... Es una figura casi de nena… -Ay, no, señor Roque… Soy varón… -protesté sin demasiado énfasis… Él emitió una risita algo perversa y dijo: -Después de la cogida que te voy a dar vas a ser mi nena… Mi calentura y mi miedo crecían cada vez más y en un gesto inconsciente miré la cama de dos plazas, muy grande y con dos mesitas de noche a ambos lados de la cabecera… -Vení acá, nene putito… me ordenó y fui… -Arrodillate… -Sí, señor Roque… -Agarrame la verga… -y la tomé entre mis manos, que temblaban un poco por la intensa emoción erótica que me abrasaba de pies a cabeza… -Primero me la vas a chupar… -¡Ay, sí! –exclamé sin poder contener mi entusiasmo ante esa verga que ya estaba bien erecta y dura entre mis manos que la sobaban… -Vamos, ricura, comela ya… Y la engullí con un poco de esfuerzo y debiendo abrir mucho la boca, por el grosor de ese delicioso ariete cárneo… ¡Ay, que hermosa sensación tenerla toda en mi boca y palpitando!... Tomé los huevos entre mis manos y fue excitante sentir cómo se iban hinchando… -Sí, Jorgito, sí, sobame los huevos mientras me la chupás… -aprobó el señor Roque y entonces seguí combinando el trabajo de mi boca con el de mis manos mientras me asombraba por lo bien que estaba haciendo las cosas a pesar de ser un novato total en materia de sexo… En un momento pensé qué pasaría si el señor Roque se corría dentro de mi boca… ¿Tendría que tragar su leche? ¿qué gusto tendrá el semen de macho humano? Me pregunté sin dejar de chupar y notando que el jadeo de mi ...