La compañera fea - Relatos Eróticos

La compañera fea

Habian sido compañeros de trabajo durante años. Ella era la tipica compañera de oficina simpatica a la que nadie miraba. No podia decirse que fuese realmente fea, aunque lo era, ni que tenia un cuerpo feo. Simplemente era muy delgada, carente de formas y se vestia de una forma muy vieja, casi como salida de un convento. Para rematarlo usaba unas feas gafas que ocultabas su rostro.Al principio siempre se habia mostrado muy timida, pero con el paso del tiempo se fue extrovertiendo y se mostraba mas simpatica y abladora con todos, en especial con los chicos.Un dia coincidieron solos en el pequeño comedor de la oficina. Él le explicaba cosas sin importancia de su nueva novia.- Suerte que tienes novia y puedes hacer esas cosas.Desde que habia comenzado a abrirse, hacia referencias costantes a su solteria, y algunos comentarios aveces eran muy provocadores, nadie le hacia caso.- Paciencia, ya encontraras a tu hombre y te quedra, ya veras.- ¿Quien ha hablado de amor? Yo lo que quiero es un polvo.Siempre decia cosas como aquella, el se echo a reir.- Si tu riete, pero no hay manera. Todos iguales. Mucho hablar pero poco follar.La miro detenidamente, no le ponia lo mas minimo, pero tenia que decir algo.- El problema es que no te toman en serio, dices esas cosas y parece que es mentira. Yo creo que si se lo propones a alguien de forma correcta no creo que te rechace. Estas bastante bien.- Que poco cuesta alegrar el dia a una chica. Joer si he mojado las bragas y todo.El se echo a rerir ...

... de nuevo.- Todos iguales. Si fuese otra de las compañeras ya habrias saltado a comprobar si era cierto.El se levanto y acercandose con paso decidido, metio la mano entres sus muslos hasta llegar al centro de su entre pierna. Era cierto, estaba mojada. Ella lo agarro dispuesta a no dejarlo marchar y comenzo a devorarle la boca, el mientras tanto, ya habia introducido dos dedos dentro de ella.No hicieron falta palabras, la excitacion de ambos era tal, que estaban dispuestos hacerlo alli mismo, ella sentada sobre el taburete alto y el de pie.El se bajo la cremallera, y apartando labragita a un lado, comenzo a introducirsela lentamente. Lo recivio un coño caliente y humedo. El sexo fue frenetico por la urgencia de hacerlo en un lugar poco privado. Ella le mordia para contener sus gritos.La suerte estubo de su parte, pues mientras acababa el primer orgasmo de ella, empezaron a oirse una foces que se dirigian en su direccion.- Mierda, viene alguien.- Dijo ella.Rapidamente, vistiendose a medias y recogiendo las cosas, salieron por la puerta de la escalera de emergencias que tenian cerca. Ella no paraba de reir.- Que polvazo, dios que orgasmo.- Reia y jadeava al mismo tiempo.- Para ser el primero no ha estado mal.- ¿Eras virgen? pues no lo he notadoElla afirmo con la cabeza, con la alegria del orgasmo aun dibujada en su cara.- Eso es porque me masturbo muchisimo. pero esto ha sido sinduda mucho mejor- Mira al menos uno de los dos se lo ha pasado bien.Ella miro a un lado, miro a otro, ...