1. El cumpleaños de Camila, al principio


    Fecha: 24/08/2019, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... perdió tiempo. Me empujó de espaldas al pasto y levantó mis piernas en el aire, sujetándolas por los tobillos. Enseguida sentí que su dura verga entraba en mi muy lubricada y ensanchada vagina.Ese pibe me hizo acabar una vez más, antes de añadir toda su carga de leche caliente a lo que ya me había dejado adentro el morocho…Entonces ambos se calmaron y se echaron de espaldas sobre las reposeras, para retomar la respiración y normalizar el pulso.Intenté acercarme a mi amiga para liberarla de sus ataduras pero el morocho me lo impidió, diciendo que Camila estaba castigada por ser tan puta…Quedé sentada cerca de Camila y entonces oí los gritos desesperados de Helena. Giré la cabeza y pude ver a mi amiga en cuatro patas sobre el pasto, al costado de la pileta, mientras uno de sus amantes la sodomizaba furiosamente.Cuando el tipo acabó y le llenó el culo de semen, los cuatro pibes hablaron entre ellos en voz muy baja y luego comenzaron a vestirse en silencio.Los dos pibes que habían estado cogiendo con Helena se acercaron a mí y me levantaron en vilo. Pensé que iban a hacerme una doble penetración; pero solamente me llevaron entre ambos hasta un árbol cercano al lugar donde estaba atada Camila.Allí me ataron de frente al árbol, haciéndome apoyar la delicada piel de mis tetas contra la áspera corteza. Luego nos amordazaron a las dos para que no pudiéramos gritar por auxilio y terminaron cubriéndonos los ojos con pañuelos.Uno de ellos se acercó y acarició ms nalgas, insertando un ...
    ... dedo en mi entrada anal. Yo di un respingo, pensando que el paso siguiente sería una desenfrenada sodomía. Pero solo se conformó con eso; solamente un dedo bien lubricado con saliva...Lo oímos reír y nos advirtió a ambas:“Pórtense bien, perritas; nos llevamos a Helena para disfrutar de su lindo culito”Reconocí la profunda voz del morocho diciendo: “Volveremos a medianoche…”Luego Camila y yo pudimos oír con claridad un par de autos en marcha y varias puertas cerrarse. Después quedamos ambas rodeadas por el silencio absoluto: sin poder hablar entre nosotras…Un par de horas después me dolía todo el cuerpo con esas ataduras, pero mi concha seguía en llamas. Entonces pude distinguir el ruido del motor de un auto que se acercaba y el sonido de una sola puerta cerrándose.Reconocí la suave voz de Esteban, el novio de Camila, que sonreía diciendo:“Ah putita mía; así te dejaron tus amigotes… bien mojada y lista para mí…”Lo sentí acercarse a mis espaldas y unos dedos rozaron mis muslos, juntando la mezcla de mis propios fluidos y el semen que me habían dejado bien a fondo. Entonces supe que Esteban estaba pensando que yo era Camila. Nuestros cabellos rubios y enrulados hacían que mucha gente nos confundiese estando de espaldas.Era evidente que, en plena oscuridad, no había podido ver que su novia estaba maniatada contra otro árbol cercano.Entonces comencé a sudar frío al sentir su dura verga deslizándose entre mis labios vaginales. Pero me penetró apenas; parecía estar solamente buscando ...