El regreso de Ivette - Relatos Eróticos

El regreso de Ivette

Desde el trio que hicimos con Eli, ya había pasado mucho tiempo que no veía a Ivette, de ella tengo varios relatos, sobra decir que es una diosa sexual y le encanta la verga y a pesar de muchas cosas somos buenos amigos. Tenía aproximadamente 1 año sin saber de ella más que por el face, pero yo ocupado en lo mío no la buscaba ni nada, una tarde después de salir del trabajo decidí ir a tomarme unas cheves al bar de siempre y para mi gran sorpresa me la encontré, tan buenísima como siempre, con un escote magnifico, tacones y un mallon negro que transparentaba, al verla no pude evitar fantasear y recordar los encuentros sexuales pasados, ella sabe que me encanta y pues se deja querer. I-como has estado ya paso mucho desde la última vez que nos vimos J-sí, desde esa maravillosa noche no te veía I-y que aun estas con Eli J-pues ella y yo somos tal para cual, pero cada quien en lo suyo, a veces nos comemos uno al otro pero cada quien en su asunto I-jaja si par de locos, aunque admito que la última vez estuvo rico jeje Nos sentamos en una mesa y seguíamos conversando, inmediatamente ya estaba yo planeando a donde la llevaría si a un hotel o a mi depto., los deseos sexuales no me abandonaban, ya quería desnudarla y darle por todos lados, en eso un tipo un poco más alto que yo se acercó. I-mira te presento a miguel, él es mi novio J-ah mucho gusto Era un tipo, admito bien parecido un poco pasado de peso pero era un junior borrachín y eso siempre le llama la atención a ella, ...

... empezamos a convivir los tres, yo ya estaba resignado a que no me la iba a parchar así que decidí relajarme y disfrutar del momento, ya pasado la madrugada decidimos continuar la peda en casa de Miguel, compramos más bebidas y continuamos nuestra convivencia en su departamento. Después de un par de horas, Miguel ya no pudo más y se quedó dormido, Ivette y yo continuamos platicando, yo la conozco bien y ella ya estaba lista para un mega acoston, así que comencé a acercarme y acariciarle sus piernas que tanto me encantan, ella no oponía resistencia así que poco a poco comencé a subir mis caricias, su espalda su entrepierna y hasta su nalgas, ella comenzó a querer detenerme pero yo ya sabía qué hacer, lleve mi mano a su vagina por encima de su mallon y al mismo tiempo besaba su cuello y mordía su oreja, ella poco a poco comenzó a ceder, nos besamos muy apasionadamente y las caricias subieron de nivel, mientras Miguel seguía dormido, yo comencé a desvestir a Ivette sobre la mesa de su sala, ella ya estaba excitada así que me facilito todo, comencé a hacerle sexo oral a su rica pucha rasuradita y bonita mientras ella miraba a Miguel y eso la excitaba mas, después de darle sus buenas mamadas, decidí que era momento de que ella lo hiciera, tomo mi verga y comenzó a tragársela como solo ella sabe, el hecho de ver ahí acostado a su idiota novio me provocaba a que maltratara un poco a Ivette, dándole unas cachetaditas y jalándole el cabello para ahogarla con mi verga bien erecta. J-mami ya ...